La intención de la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, de usar mano dura contra el consumo de tabaco que, entre otras medidas, podría contemplar la ampliación de los espacios libres de humo y prohibir fumar en las terrazas de bares y cafeterías ha logrado granjearse el apoyo de la Asociación Española contra el Cáncer. Su presidenta en La Rioja, Elena Eguizábal, señala que su objetivo es lograr en 2030 un índice de supervivencia de la enfermedad del 70% y caminar hacia la primera generación libre de tabaco. Y con ese objetivo, acogen con agrado una medida que pretende limitar el uso de tabaco, el principal factor de riesgo evitable y que es el causante del 30% de los casos y de 50.000 muertes al año. Eguizábal, que empatiza con hosteleros y fumadores y es consciente de que la medida puede resultar impopular en algunos sectores, resalta, no obstante, que la voluntad de la ministra se alinea con sus propósitos de limitar la aparición del cáncer, cuya principal medida preventiva es dejar de fumar.
La presidenta de la asociación contra el cáncer riojana mantenía ayer con sus homólogos del resto del país un encuentro en el que también se trató este aspecto, que constituye una línea estratégica para la asociación, la deshabituación tabáquica. Militantes de la iniciativa ciudadana 'Una Europa sin tabaco', aspira a una generación libre de tabaco y nicotina en 2040. «En más del 90% de los espacios públicos en los que hay menores se encuentran restos de humo de tabaco», afirma Eguizábal, que indica que en el caso de las terrazas este porcentaje asciende al 95%. Señala que esta presencia se detecta en el 78% de las entradas de locales de hostelería, en el 56% de accesos a centros escolares y en el 43% de los parques infantiles. «Nueve de cada 10 adultos fuma delante de menores en espacio como terrazas», explica Eguizábal, que destaca que el 72% de los menores de los 12 años están expuestos al humo del tabaco, de los que el 43% lo son en espacios públicos», de tal manera que entiende que su obligación es proteger a los no fumadores, especialmente a los niños.
«No somos policías» Francisco Martínez Berges, presidente de la Asociación Hostelería Riojana de la FER, muestra su incomprensión por el veto a fumar en espacios abiertos, como es el caso de las terrazas de bares y cafeterías. Al respecto, argumenta que si el cliente se desplaza a un lugar anexo al velador, la prohibición no estará vigente. Además de ello, manifiesta su malestar porque se va a convertir a los hosteleros en los responsables de hacer cumplir la prohibición. «No somos policías, que el Gobierno haga lo que tenga que hacer, pero que no nos ponga a nosotros en la tesitura de dar la cara y llamar la atención a nuestra clientela», protesta Martínez Berges, que critica la puesta sobre la mesa de un asunto para esconder «lo verdaderamente importante, el coste de la vida y cómo se han disparado los precios».
Argumenta que hostelería y turismo son el gremio que está tirando de la economía del país, ante el notable atractivo para los extranjeros y espera que, si se concreta la medida, se haga en consenso con el sector.
Sin prejuicio de sus críticas, Martínez Berges asegura que defienden la salud de las clientes, aunque reitera que «no es quién para decirle a nadie como ha de llevar su vida» y manifiesta su temor por la posible deserción de los que «salen de su trabajo para tomarse un café y fumar un cigarro».
«Siempre pagamos los mismos», reniega el hostelero, que relata que, con la primera prohibición de fumar en interiores que acotaba zonas donde sí se permitía, gastó 9.000 euros. «Y fue tenerlo todo preparado, cuando el veto se generalizó a la totalidad de la cafetería», lamenta Martínez Berges, que cuenta que ese material no le sirvió «para nada». .