Todo proceso creativo encuentra su punto de partida en aquello que, sea cual sea el motivo, llega a lo más profundo de una manera especial. En el caso de Rober, su punto de partida fue una antigua fotografía cuyo aspecto antiguo le cautivó incluso desde niño. En ella, se podía visualizar una fábrica de embutidos de su pueblo, Badarán, delante de la que posaban una fila de personas. Una fotografía histórica que, confiesa, le maravillaba contemplar, pero que, por el contrario, arrancaba el llanto de su abuela cada vez que la tenía entre las manos, «mi abuela me la enseñaba siempre llorando, casi sin articular palabra, no podía casi ni hablar», recuerda Rober.
Con el tiempo, descubrió que el motivo de la pena de su abuela tenía que ver con uno de los protagonistas de la fotografía, su bisabuelo Julio, quién había sido asesinado en la Barranca, «yo no tenía ni idea, no conocía la historia de mi familia», lamenta.
El repentino descubrimiento de su trágico pasado familiar se fusionó enseguida con la impotencia de haberlo desconocido durante tanto tiempo, desencadenando en él la necesidad de descubrir lo que su familia no se había atrevido a contar, «a partir de esa fotografía empecé a investigar, a interesarme sobre las fotografías que veía de mi bisabuela, que siempre iba vestida de negro». Poco a poco y de historia en historia, fue así conociendo no solo la que había sido la historia de su familia, si no también de su pueblo, en el que descubrió que habían sido asesinadas 21 personas, 18 de ellas en la Barranca.
Un pasado tan impactante como oculto, y es que hasta que no indagó por sus propios medios no descubrió la espiral del silencio que se había generado en torno a ello, «a mí me alucinaba mucho que no se supiera, que no se contase, que no hubiese ninguna placa o algo que reconociera a estas víctimas».
A la gran pantalla. En el caso de Rober, el proceso creativo desencadenado por la fotografía de su abuela fue el punto de partida de un proyecto resultante en una exposición, un libro y un estreno en la gran pantalla con un documental con el que se propone dar voz a la cultura del silencio.
«Mi objetivo fundamental era hacer un homenaje a todas las personas que fueron asesinadas, a todas las mujeres que consiguieron con su perseverancia y recuerdo que no se olvidara pero, sobre todo, contar lo que a mí nunca me contaron», asegura Rober.
Un objetivo que ha conseguido con la producción de un documental que saca a la luz la verdad a través de 35 testimonios e historias reales de descendientes de algunos de los asesinados en este lugar.
«A través del documental quería mostrar caras, por eso la importancia de las fotografías, yo no quería hablar de números, si no personas, que se reconozca de una vez y se rompa ese silencio que todavía existe». Él mismo ha sido testigo de la prevalencia del mismo con la negativa de muchos a conceder su testimonio para el documental, «muchas personas no han querido hablar,todavía existe ese miedo».
Ahora, este proceso creativo de cinco años culmina con su preestreno hoy en los Cines 7 Infantes de Logroño, y cuyas entradas ya están agotadas. Un llenazo ante el que todos aquellos que no hayan conseguido la suya tendrán que esperar al estreno oficial del largometraje el cual, anuncia Rober, planea llevar por los distintos festivales de cine, con el objetivo de «alzar la voz por todos aquellos que no se atrevieron a hacerlo».
«Por las mujeres de negro, su lucha y perseverancia»
Aunque 'Las mujeres de negro' devuelve la voz a muchas historias, es cierto que tiene un especial foco en aquellas mujeres que, siempre de luto, se reunían desde 1936 en el lugar donde yacían los cuerpos de sus familiares asesinados al inicio de la Guerra Civil.
«Las mujeres de negro eran todas esas viudas, madres, hijas y hermanas que, siempre de negro por el luto y para recordar lo que pasó, iban a todos esos lugares que sabían o creían que estaban sus seres queridos asesinados y enterrados», cuenta Rober.
Es por ello que a través de su documental pretende hacer un homenaje por las mujeres de negro, «por su lucha, su perseverancia durante todo los años de dictadura, porque gracias a ellas se ha conseguido que se hiciera este cementerio civil y memorial que es hoy».
Para ello, recurre vídeos de noticiarios y documentales, fotografías antiguas y documentos, así como secuencias de animación en blanco y negro sobre algunos de los pasajes más significativos.