Logroño acelera para tener la zona de bajas emisiones

G. Basurto
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La capital riojana es la más tardío de las de su entorno. El Ayuntamiento contratará el estudio de forma inminente para cumplir la ley. Bilbao, Vitoria, Burgos o Soria van más adelantados y Pamplona y Zaragoza ya tienen ZBE

Un vehículo con etiqueta ambiental B, en la calle Muro de Cervantes. Al fondo, un coche antiguo. Las ZBE impiden el acceso a los vehículos más contaminantes. - Foto: Óscar Solorzano

Logroño es uno de los 150 municipios españoles que tendría que tener delimitada ya una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), con restricciones al acceso de vehículos, como ocurre ya desde hace tiempo, por ejemplo, en la capital de España con 'Madrid central', pero al igual que la mayoría de esas ciudades, va con demora. Tanto, que la capital riojana es la más retrasada en los trámites para cumplir ese imperativo de la Ley del Cambio Climático y la Transición Energética de las principales ciudades de su entorno.  

Consciente de que la exigencia legal de la normativa española y europea y con los plazos apremiando, el Ayuntamiento logroñés quiere acelerar al máximo la tramitación de la zona de bajas emisiones y ultima la contratación de la asistencia técnica con un equipo externo que se encargue de elaborar un estudio que analice las condiciones de Logroño, sus necesidades en materia de reducción de emisiones a la atmósfera y plantee propuestas. Será a partir de ese documento cuando el Consistorio delimite la zona y las calles que queden dentro de esa zona y decida si restringe o no el tráfico a vehículos, al menos a los más contaminantes, o fija otra estrategia diferente.   

La adjudicación de ese contrato de asistencia técnica, que salió a licitación por más de 56.000 euros, se producirá «de forma inminente», en la Junta de Gobierno de mañana o de la próxima semana a más tardar, según indicaron a El Día de La Rioja fuentes municipales.   

Ya en su día, el equipo de Gobierno de Conrado Escobar (PP) expresó su compromiso de cumplir con una Orden Ministerial de diciembre de 2023 que establecía como fecha tope para que, como mínimo, los ayuntamientos tuvieran contratado el proyecto técnico de las ZBE antes de junio de 2024.

Y recordaba, aunque sin mencionar explícitamente al anterior Gobierno local del PSOE, el incumplimiento del primer plazo legal que se estableció hace casi tres años en la Ley de Cambio Climático, que obligaba a los municipios de más de 50.000 habitantes a establecer zonas de bajas emisiones antes de 2023.

Logroño no ha cumplido aquel plazo, pero no es la única. A día de hoy, el mapa español de zonas de bajas emisiones del Ministerio de Transportes refleja que son 23 las ciudades con sus ZBE en vigor. El resto se encuentra en tramitación.

Las únicas que han hecho los deberes en tiempo y forma sonLa Coruña, Pontevedra, Pamplona, Zaragoza, Guadalajara, Alcalá de Henares, Madrid, Rivas Vaciamadrid, Barcelona, San Cugat del Vallés, Badalona, San Adriá de Besós, Esplugas de Llobregat, Hospitalet de Llobregat, Cornellá, Sant-Joan de Espí, Elche, Cartagena, Almería, Córdoba, Sevilla, Estepona y La Línea de la Concepción. 

Dos vecinas 'cumplidoras'. Aunque salvo las 'cumplidoras' Zaragoza, que ya tenía una primera ZBE y prepara su ampliación, y Pamplona, donde funciona desde el 1 de enero de 2023, el resto de capitales del entorno tampoco tienen desarrollada al cien por cien sus zonas restringidas, todas están en fases más avanzadas que Logroño. 

Vitoria, que ha avanzado al ralentí y apura los plazos, aprobaba el pasado mes de abril el proyecto técnico de su ZBE, previo a la redacción de una ordenanza municipal. Santander daba el visto bueno en enero a la contratación de la plataforma de gestión y controla de la zona restringida, pero tenía ya instaladas por esas fechas 20 cámaras y sensores que miden la calidad del aire y el tráfico. 

Soria esperaba llevar a pleno este mismo mes la ordenanza que regulará su zona de bajas emisiones, que ya se sabe que se corresponderá a grandes rasgos con toda la parte de su casco urbano que queda dentro del recinto amurallado.

Algo más avanzado va Burgos, que dio luz verde al borrador de su ordenanza a finales de abril y tiene ya determinados los 20 puntos de control con cámaras en las entradas y salidas de su zona restringida y las 66 calles incluidas en esa área.

La zona de bajas emisiones de Bilbao entrará en vigor el próximo 15 de junio y contará con cámaras que controlarán que solo accedan a las calles incluidas en ese espacio vehículos que dispongan de las etiquetas B, C, Eco o Cero, aunque habrá excepciones, como los residentes empadronados en la BZE antes del próximo 15 de junio. Más en mantillas está la tercera capital vasca, San Sebastián, que prevé tener operativa su zona de bajas emisiones a principios de 2025.

Hay otras ciudades más alejadas y más pequeñas, pero que también  se han dado más prisa para cumplir la normativa; es el caso de Ávila, que ya delimitó la zona restringida intramuros de su famosa muralla antes del inicio del presente año, aunque deberá esperar a 2025 para aprobar la normativa que regule las condiciones de acceso.

 

Lo que dice la ley. La Ley 7/2021, de 20 de mayo, establecía que los municipios de más de 50.000 habitantes debían adoptar antes de 2023, planes de movilidad sostenible, entre ellos las Zonas de Bajas Emisiones. Ante el incumplimiento generalizado de ese plazo, otra norma posterior estableció junio de 2024 como tope para tener al menos iniciados los trámites de las ZBE.

 

¿Qué vehículos podrán entrar? Aunque cada ciudad lo fijará en su ordenanza, como norma general los vehículos admisibles en las ZBE son los que tienen etiqueta Cero (eléctricos y híbridos enchufables); Eco (determinados híbridos enchufables y los no enchufables, y los de gas natural; C (coches y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de 2006 y diésel desde septiembre de 2015);y B (coches y furgonetas de gasolina de enero de 2001 a 2005  y diésel a partir de 2006 hasta agosto de 2015. No podrán acceder los coches sin etiqueta ambiental (motores gasolina anteriores a enero de 2000 y diésel anteriores a 2006).

 

Sanciones. Cada ciudad podrá decidir si multa por incumplir las restricciones y la cuantía, pero como norma general se considera  infracción grave, sancionable con 200 euros.