El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un problema en el neurodesarrollo con el que nacen algunas personas y se manifiesta cuando el cerebro tiene periodos de maduración. El coordinador técnico de la asociación de TDAH Rioja, Jonathan Apellániz, explica que hay un momento en la vida del niño, hacia los 6 años, en la que su cerebro tiene que haber madurado en la zona prefrontal, que es donde se generan las habilidades y las funciones denominadas ejecutivas.
Informa que un 8,8% de la población de La Rioja padece TDAH. «Es un trastorno neurológico que les acompaña toda la vida aunque las manifestaciones suelen ser más claras y suelen afectar más durante la infancia».
En adultos, indica, se hacen compensaciones y en algunos casos no acaba siendo tan limitante. «Aunque cerca del 50% de los adultos acaba teniendo dificultades por el trastorno», apunta.
La detección, señala, se produce porque «hay ciertas tareas de la vida diaria que tienen que ver con las funciones ejecutivas que son más difíciles de realizar». Detalla que algunas son focalizar la atención durante un tiempo, la planificación y organización, el control de impulsos y la memoria de trabajo, «que es la memoria a corto plazo que se necesita para hacer ciertas tareas».
Asegura que el TDAH afecta al día a día de las personas que lo padecen. Por ejemplo, a un niño pequeño le puede causar problemas de organización y planificación como vestirse, llevar la mochila, seguir un horario, atender en clase, apuntar tareas en la agenda o hacer los deberes.
Apellániz también explica la importancia del tratamiento que deben seguir estas personas. «El tratamiento es multimodal y tiene tres partes», indica.
La primera, detalla, sería la farmacológica, ya que «compensa las dificultades neurológica que hay», y la segunda sería psicopedagógica, «donde se trabajan las dificultades y las repercusiones que todo esto tienen en los estudios». Añade que la tercera parte es psicológica y tiene que ver con «el control de impulsos y toda la parte conductual».
Otro problema, comenta el coordinador, es que este trastorno afecta a la faceta emocional de los niños y niñas que lo padecen. «Suelen tener falta de autoestima, depresión infantil, trastornos de ansiedad, trastornos obsesivos compulsivos, entre otros», señala.
Visibilidad. Jonathan Apellániz destaca que el TDAH es mucho más visible que antes aunque «todavía queda mucho por avanzar porque no se llega a ese 8,8% de afectados». «Hay que tener en cuenta que hay niños con TDAH que son inatentos y no son hiperactivos o impulsivos porque pasan mucho más desapercibidos en el aula e incluso dentro de la familia», lamenta.
Tener TDAH, aclara, no significa que un niño sea movido sino que hay tres tipologías. «El TDAH preeminentemente inatento, el TDAH preeminentemente hiperactivo e impulsivo, y el TDAH combinado con ambas características», detalla.
La asociación de TDAH Rioja, aparte, plantea una serie de reivindicaciones para mejorar la calidad de vida de los personas con este trastorno. Una de ellas es el apoyo institucional para los tratamientos. «Los tratamientos para TDAH, si no hay una morbilidad con un trastorno más llamativo, no entran en el sistema público de salud», lamenta Apellániz.
También critica que algunos profesores no conocen el trastorno y acaban haciendo una mala praxis «sin querer». «Aunque es verdad que no están obligados a formarse en TDAH. Si lo quieren hacer, lo tienen que hacer por su cuenta», señala este experto.
Otra denuncia es el desabastecimiento de medicación que hay en toda España desde hace meses, sobre todo del medicamento Concerta. «Se está intentando que los niños tomen medicamentos genéricos pero hay muchos a los que no les viene bien otra medicación. Además, los periodos de adaptación son largos», indica.
TDHA Rioja también denuncia que no hay protocolos de intervención en adultos. «Hay médicos de familia que no conocen el TDAH y en muchos casos se derivan a un especialista», apunta.
Los especialistas, lamenta, no están formados en TDAH adulto, con lo cual, «no se evalúa y no se trata a nivel psiquiátrico. Tampoco se trata el tema psicológico en lo público y los pacientes deben ir a médicos privados», lamenta.