La normativa que ha abierto la puerta a Ley de la Segunda Oportunidad ha disparado los concursos de las personas físicas, que se han cuadruplicado en cuatro años, entre 2019 y 2023, y alcanzaron los 13.398 el pasado ejercicio en nuestro país, con una alza del 75% sobre el año precedente. Este espectacular crecimiento ha propiciado que los concursos de ciudadanos superen a los de empresas, que en el primer semestre del año han sido en La Rioja un total 63, de los que 46 han correspondido a personas físicas, 2,5 veces más que mercantiles, que han sido 17. Según la información que facilitan los Registradores, de estas, tres corresponden a autónomos, 10 a sociedades limitadas, tres anónimas y una última constituida con otra figura jurídica. Un total de 14 empresas han presentado un concurso voluntario y las afectadas pertenecen a varios sectores, construcción, comercio, hostelería e industria, que es el que acumula mayor número de concursos.
El volumen de negocio, en general, no suele ser muy elevado -la de mayor facturación se ubica en el tramo de entre dos y cinco millones-;y respecto al número de asalariados, los concursos del primer semestre del año han afectado a autónomos y micropymes, pero también a las de un tamaño mediano:figura una que tiene en nómina entre 50 y 99 trabajadores;y otra, entre 20 y 49.
Igualmente es variado el panorama respecto a la antigüedad de las empresas concursadas, pero entre ellas se encuentran cuatro con una larga trayectoria a sus espaldas, con más de dos décadas de existencia.
Autónomo, gran sufridor. Las cifras del primer semestre del año refrendan los datos del año pasado, según el Atlas Concursal, que presentó hace unos días el Colegio de Economistas de España, que constata que los autónomos son las principales víctimas de los concursos de acreedores y anotaron el año pasado casi la mitad de ellos, castigo que también sufren severamente las micropymes, a las que afectan el 25% de ellos.
No es sino el reflejo de la configuración del tejido productivo de nuestro país, que se asienta sobre estas pequeñas empresas que, no obstante, padecen menor cifra de procesos concursales que hace dos décadas, han ido disminuyendo, pasando de ser 36% del total de concursos en 2005 al 9,7% en 2023; esta disminución no obstante arroja cifras más notables conforme aumenta el tamaño y, los de medianas y grandes empresas han pasado de suponer el 14% a ser el 1,5%.
En valores absolutas, La Rioja fue la comunidad con menos concursos, aunque el panorama difiere si se observan las cifras porcentuales, y los concursos afectan al 0,24% del total de las empresa, levemente por encima de la media nacional, que limita la subida al 0,23%, aproximadamente una de cada 430. Si bien es verdad que le superan Aragón y Navarra, donde los concursos afectan al 0,31% de las compañías, duplica las cifras de Cantabria, donde los procedimientos de estas características afectaron al 10%.
Si se contempla la evolución por sectores, el que sufrió el mayor número de concursos en nuestro país en 2023 es comercio con 1.168; la construcción pasa a la segunda posición, con 763; el sector de la industria y energía asciende a la tercera, con 688; el sector profesional pasa a ser el cuarto, con 646; mientras que la hostelería se mantiene en la quinta posición con 463, una situación que se refleja también en esta comunidad.