Ficha técnica:
Athletic B: Ispizua Egiluz, Rincón, Mendibe, Chasco, Rego, Unai Gómez (Unai Vélez, 75), Goti (Bari, 88), Adu Ares (Guruzeta, 66), Luis Bilbao (Gerenabarrena, 46) e Izeta (Iñigo López, 66).
UDL: Gonzalo Crettaz; Sergi López (Arregi, 78), Cristian Fernández, David Fernández, Iñaki; Markel Lozano, Jaime Sierra (Boniquet, 63), Carlos Ramos (Keita, 74); Doncel (Schutte, 46), Clau Mendes (Vinícus Tanque, 63) y Zourdine.
Árbitro: De Ena Wolg (colegio aragonés). Expulsó por roja directa a David Fernández (90). Amonestó al local Urko Izeta y a los visitantes Sergio López, Carlos Ramos y Boniquet.
Goles: 1-0, M. 33: Unai Gómez, tras pase filtrado por Goti; 2-0, M. 44: Goti, tras rechazo de Crettaz en un saque de esquina; 3-0, M. 57: Unai Gómez, en el mano a mano.
Incidencias: unos dos mil aficionados (unos cien riojanos) en Lezama. Los aficionados blanquirrojos mostraron su disconformidad con su equipo.
La Unión Deportiva Logroñés se acerca, sin remisión, al abismo. En Lezama firmó otro salto al vacío. El Athletic B, que acumulaba trece jornadas sin ganar, pasó por encima de los riojanos que se hundieron tras el primer gol de Unai Gómez. Al borde del descanso Goti noqueó a los logroñeses y, a la hora de juego, de nuevo Unai Gómez desnudó a los blanquirrojos.
Los logroñeses dimitieron de inicio y aunque Clau Mendes pudo rescatar a los suyos el equipo se descompuso como un castillo de naipes. El Athletic B, certero en sus llegadas, deja a la intemperie a una UDL que juega en cueros. Ni la defensa abriga a un equipo que no encuentra soluciones ni en el campo ni en el banquillo.
El Bilbao Athletic salió mandón, con buenas maneras, rapidez y combinaciones precisas aunque, como los riojanos, en las inmediaciones del área, su juego era estéril. Adu Ares la pedía pero nadie encontraba a Izeta, faro ofensivo rojiblanco. A los de Natxo González, desconectados del duelo, les valía este dinámica a la espera de poder madurar el encuentro. De hecho, la primera llegada clara fue suya con una buena recuperación de Carlos Ramos y un mal disparo desde la frontal del vizcaíno Markel Lozano. A continuación, Sergi López birló la pelota a Adu Ares y la buena conducción de Doncel acabó con un remate ligeramente desviado de éste. La UDL tenía claro a lo que jugaba.
El Athletic B dependía de Adu Ares. Su carga contra tres defensores riojanos acabó con un remate mordido que Crettaz paró sin aspavientos. Tras el primer cuarto de hora, el equilibrio era máximo.
Un fallo defensivo de los locales significó el tercer aviso riojano, el más meridiano y, seguramente, el más sencillo de embocar. Clau Mendes, solo en el corazón del área, remató con fuerza mas sin dirección. Ispizua desbarató una acción en la que erró la cobertura rojiblanca y el delantero lanzaroteño, errático en la definición.
La acción resultó determinante para el devenir del encuentro. La UDL dio vida al penúltimo clasificado y éste no perdonó. Un pase filtrado de Goti permitió a Unai Gómez plantarse solo ante Gonzalo Crettaz. Superó la salida del argentino y, casi sin fuelle, elevó la pelota que, agónicamente y pese a la oposición de David Fernández, acabó entrando. Era el 33 y, en el segundo remate de los vizcaínos, el Bilbao Athletic se veía por delante.
Si el remate de Unai Gómez fue una mala noticia, lo peor llegaría al borde del descanso. En el tercer ataque con sentido de los cachorros, Mikel Goti tumbó a la lona a los riojano. El saque de esquina de Unai Gómez fue cabeceado con saña por Egiluz que no encontró oposición alguna en su salto. El meta logroñés realizó un milagro aunque Goti estuvo raudo para sembrar el pánico en las filas de Natxo González. El Athletic B respiraba y la UDL agonizaba.
El técnico vitoriano no esperó y sustituyó a un desacertado Doncel por Schutte. La UDL estaba desahuciada y necesitaba un milagro para salir viva de Lezama. Pese a la declaración de intenciones, la primera del segundo acto fue de Adu Ares, que erró en la ejecución.
La hecatombe llegaría en el 57, tras un error en la salida riojana. Rego asistió para Unai Gómez que, de remate tan afortunado como preciso, pasó la pelota entre las piernas de Gonzalo. Los riojanos estaban hundidos y, con media hora por delante, un único objetivo: evitar el escarnio.
No hubo rabia, ni fútbol racial, ni fe. No hubo nada más allá de un testarazo centrado y un disparo raso todos ellos de Vinícius Tanque. Por contra, Gonzalo fue provindencial en un postrer remate de Iñago López que, poco antes, tuvo el cuarto aunque su cabezazo no encontró portería. En pleno despelote riojano, David Fernández fue expulsado al trabar, siendo el último hombre, a un atacante vizcaíno.
Fue la mediocridad más absoluta para un equipo cuyo único objetivo es salvar los muebles. Natxo González no vino a Logroño para ser octavo pero, tras casi cien días sin ganar, la UDL es decimoctava. Su clasificación, en un momento, pudo parecer coyuntural. Ahora lo es estructural. Nadie baja en enero pero la Unión Deportiva Logroñés anda a la intemperie en pleno invierno. No le da para más. No le da para nada.