No es fácil discernir si Andrés Pascual(Logroño, 1969) fue escritor antes que abogado, si en una vida pretérita fue también músico o qué queda del Andrés viajero en su actual desempeño como conferenciante por la península e Hispanoamérica. Todo esto y mucho más caben en la biografía vital de este logroñés que frisa los 55 años en plena vitalidad creativa.
Para los efectos de esta sección, desterramos el Andrés Pascual abogado. Aparcamos su heterónimo de autor consagrado con libros como El guardián de la flor de loto, El beso del ángel o El haiku de las palabras perdidas, a los que en octubre se sumará una nueva novela (en el último trienio también ha alumbrado dos libros de crecimiento personal y liderazgo). Mandamos al ostracismo su bitácora viajera y arrumbamos sus apuntes de conferenciante. Nos centramos en el Andrés Pascual más armonioso. En cierto modo, la música le viene de familia pues su tío es el archiconocido Chema Purón. Es más, ha dado con sus aposentos en un barrio muy cerca del Real, donde se concentra prácticamente todo el comercio musical madrileño como bien refleja la imagen que ilustra esta pieza, tomada en Hazen Ópera Madrid.
Era conocida la faceta melómana de Andrés Pascual, como teclista y también vocalista o como frontman de Animalversión, combo creado «para disfrutar y hacer disfrutar a los demás con los grandes éxitos del rock». El Andrés Pascual músico despegó mucho antes.
«Mi vida está inundada de música gracias a que mis padres me apuntaron a solfeo con siete años. Hice buena parte de la carrera de piano y, con 16 años, gané el primerPremio de Interpretación Fermín Gurbindo», enumera. Sin embargo, el pop y el rock no tardaron en silenciar a las notas clásicas. En Pamplona, donde estudió Derecho, formó parte de dos grupos: «Con Quinta Columna hacíamos un pop muy limpio. Tocaba el teclado y cantaba. Después pasé a una banda de rock más duro: Catorce de Septiembre». Repitió en el teclado y se estrenó en los coros, grabando un disco independiente y otro, Deseos Prohibidos, con Sony Music-Epic. Fue esta formación con la que a principios de los noventa disfrutó del éxito. «Conseguimos ser Grupo de Rock Revelación de Radio 3 (1992), girar por todo el país (40 Principales) y tocar en platós de televisión», rememora con un poso de nostalgia. «Recuerdo un programa que grabamos para TVE en la Expo de Sevilla que tuvo cinco millones de audiencia», se maravilla 32 años después. «Fue una época preciosa, pero también sacrificada. Eso sí, todo lo que merece la pena en la vida, cuesta trabajo», completa un Andrés Pascual que, cuando quiere relajarse, interpreta al piano «temas de Coldplay o grupos que me gustan».