La Sociedad Deportiva Logroñés no pasó del empate sin goles el sábado en Las Gaunas ante el Fuenlabrada. Y aunque con ese resultado todo parecía apuntar a que los blanquirrojos acompañarían al Rayo Majadahonda como segundo equipo del grupo que iba a abandonar la categoría, matemáticamente siguen siendo una semana más de Primera RFEF. Una agonía que tampoco se ha certificado este fin de semana y que durará, como mínimo, seis días más.
Ni el Sestao fue capaz de puntuar en Las Llanas ante el Deportivo de la Coruña, -los gallegos se llevaron los tres puntos de penalti convertido por Lucas Pérez- ni el Sabadell ganó al Nàstic de Tarragona en la Nova Creu Alta, encuentro que se cerró con el mismo resultado con el que comenzó. Por tanto, esos resultados mantienen con una ínfima esperanza de vida a la SD Logroñés en la categoría de bronce del fútbol español. El descenso no es matemático, pero es virtual.
Para que los blanquirrojos se salven tiene que darse un milagro. Divino y de dimensiones desconocidas. Los dos equipos previamente citados, Sestao River y Sabadell, son quienes marcan la salvación y el descenso, respectivamente, con 38 unidades. LaSDLogroñés sigue penúltima con 29, lo que deja las cuentas con clarividencia. Ni sestaotarras ni arlequinados podrán obtener un punto de los nueve que restan por disputarse. Mientras tanto, la SD Logroñés deberá ganar sus tres encuentros para formar un hipotético empate a 38 puntos en el que los blanquirrojos saldrían beneficiados, con el average ganado ante ambos equipos. En Las Gaunas, 3-0 ante el Sestao y 1-1 en el Sabadell. Lejos de la capital riojana, derrota por 2-0 en Las Llanas y victoria 1-2 en la Nova Creu Alta. Solo en ese caso, los blanquirrojos conseguirían la permanencia.
DOS FUERA Y UNO COMO LOCAL. En estas tres jornadas que quedan, los de Aitor Larrazabal se desplazan en primer lugar este próximo sábado a Tarragona para enfrentarse a un Nàstic que se juega entrar en los puestos de playoff de ascenso. Después, recibirán al Lugo en Las Gaunas en el último partido como locales de una temporada que cerrarán el último fin de semana de mayo contra el Tarazona. Todos ellos deben acabar con victoria, algo que con Larrazabal al frente del equipo solo han logrado en una ocasión -frente al Arenteiro- de 17 jornadas que se han disputado.
Por su parte, el Sabadell también tiene dos desplazamientos programados hasta el final del curso. Viajará este fin de semana a Tarazona y el último de liga a Lugo, dos rivales blanquirrojos, recibiendo entre medias a la Ponferradina en su feudo.
El Sestao River 'copia' el calendario de ambos. Jugará fuera contra Osasuna Promesas y Cultural Leonesa, ejerciendo por última vez como local contra el Tarazona en la localidad vizcaína.
Son las cuentas de un equipo que lentamente se ahoga y al que todavía no le ha llegado su hora final, con un milimétrico hilo de vida al que espera poder aferrarse.