La previsión de vacantes para el primer curso de Bachiller en centros de carácter público para el próximo curso 2024-2025 sitúa hasta tres institutos de Logroño y uno en Lardero sin una sola plaza, más allá de las previstas para los colegios con los que mantienen procesos de adscripción. Así consta en la página web del Gobierno en una tabla de centros públicos que también ha sido publacada en el sistema de información Racima. Es una estimación, tal y como matizan desde la consejería de Educación, pero ni La Laboral en Lardero, ni Jesuitas (con un concierto especial), ni el IES Práxedes Mateo Sagasta, ni el Tomás Mingot en Logroño ofrecen vacantes para ninguna de las cuatro modalidades de primero de Bachiller (General, Artes, Ciencia y Tecnología y Humanidades y Ciencias Sociales).

Los cuatro institutos reservan así sus plazas para alumnos propios o los procedentes de centros de enseñanzas adscritos. A modo de ejemplo, el IES Sagasta, ubicado en el centro de Logroño, reserva la totalidad de sus plazas para sus  alumnos o los procedentes de Escolapios o Adoratrices. En el caso de que con estos estudiantes no completaran su oferta para el próximo curso, habría vacantes para otros centros y siempre en base a los baremos establecidos desde la consejería de Educación. 

El IES Gonzalo de Berceo de Alfaro tampoco oferta ninguna plaza y reserva la totalidad de sus vacantes para los alumnos de los colegios de la localidad riojabajeña.

La maquinaria de previsiones por parte de los institutos se pone en marcha allá por el mes de febrero cuando en los propios centros realizan un sondeo entre los alumnos de cuarto curso de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) con el fin de valorar sus previsiones para el próximo curso. En base a estos datos, los propios institutos son los que comunican su previsión de vacantes.

Con todo, Educación insiste y garantiza que «ningún alumno se queda sin plaza». Ahora bien, no significa que el estudiante de primer año de Bachiller procedente de un centro concertado pueda asistir a clases en la primera opción elegida en centro público. Dicho de otra forma, un alumno de último año de Secundaria de Compañía de María o Agustinas, donde también se imparte Bachillerato aunque no concertado, tendrá más complicada la admisión en el IES Sagasta (siempre y cuando sobraran plazas) que otro de Adoratrices o Escolapios al no ser un centro adscrito y a pesar de la proximidad entre centros.

Una situación en la que, al menos, se encuentran también los alumnos de cuarto de la ESO de Maristas, Escuelas Pías (Sotillo) o Marianistas.

Tipos de estudios. Por modalidades, en el Bachillerato General, que parece no terminar de cuajar entre las opciones del alumnado, tan solo el IES Comercio oferta nueve plazas, teniendo en cuenta que esta alternativa no está presente en todos los centros.  Algo similar a lo que ocurre con el Bachillerato de Artes para el que Batalla de Clavijo proyecta una estimación de 114 vacantes.

De esta forma, poniendo el punto de mira en la capital riojana, el Bachillerarto de Ciencia y Tecnología ofrece 68 vacantes (más allá de las adscritas) en un total de cinco centros públicos (Comercio, Duques de Nájera, Escultor Daniel, Hermanos DÉlhuyar y Cosme García). 

Por su parte, el Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales proyecta una estimación de 91 vacantes (de nuevo al margen de las adscritas) en un total de seis centros de Logroño (Batalla de Clavijo, Comercio, Duques de Nájera, Escultor Daniel, Hermanos D'Elhuyar y Cosme García). 

Hay que tener en cuenta que el grueso de esta situación que cada año se genera en el acceso al primer curso de Bachiller se concentra en la capital al querer dar el salto del colegio concertado al instituto público. En los pueblos se suele solventar sin problemas.

El Gobierno asegura que los centros que no permanecen adscritos «es por decisión propia»

Los centros de enseñanza privados  no  adscritos a institutos públicos se corresponden, evidentemente, con los que imparten Bachiller en sus propias instalaciones. «Es una decisión que adoptan ellos mismos», asegura Miguel Ángel Fernández, viceconsejero de Educación del Gobierno de La Rioja. 

Dicho de otra forma, estos centros podrían adoptar la decisión de sumergirse en estos procesos de adscripción lo que, a juzgar por la oferta estimada de plazas que proyectan los institutos públicos, pudiera derivar en un problema para recolocar a todos los alumnos de primer curso de Bachiller. 

Conjeturas al margen, los centros con Bachiller privado disponen de este próximo curso 2024-2025 del cheque de ochenta euros mensuales aprobado recientemente por el Gobierno regional y que viene a recuperar (antes eran cincuenta euros mensuales) la ayuda que quedó sin activar durante la legislatura comandada por la socialista Concha Andreu.

Otra de las medidas que han podido influir en la oferta de plazas públicas en los institutos de La Rioja, y en concreto en la capital riojana, puede hallarse en la reducción de 35 a 30 de las ratios de alumnos por aula, tal y como apunta Miguel Ángel Fernández. 

Todo ello en un momento en el que está en marcha el proceso de matriculación y las familias analizan las diferentes opciones.

Otro ejemplo, el Instituto de Enseñanza Secundaria Francisco Tomás y Valiente de Fuenmayor oferta, al margen de los centros adscritos, 1 plaza para el Bachiller de Ciencias y Tecnología y 2 para el de Humanidades y Ciencias Sociales.

Lo del Bachiller General es otra historia. En la tabla de previsiones solo Comercio (9) y el IES Celso Díez de Arnedo (18) ofrecen plazas para unos estudios que «no cuajan en el propio alumnado. No saben muy bien ni qué es», detalla el viceconsejero de Educación del Ejecutivo regional. 

Así, como cada año, todos los alumnos de Bachiller que así lo deseen dispondrán de su plaza correspondiente, la duda, en estos momentos, es dónde.