A casi cuarenta y ocho horas de que expire el plazo para registrar la coalición que encabezará la líder de Sumar, Yolanda Díaz, para las elecciones del 23 de julio, la vicepresidenta segunda ha optado por meterse de lleno en precampaña con una visita a Doñana, mientras las negociaciones con Podemos se mantienen muy tensas y sin acuerdo para las listas.
Sumar insiste en que no se está hablando de nombres, refiriéndose a Ione Belarra o Irene Montero, ni tampoco se han planteado vetos, como ha denunciado el exlíder de los morados Pablo Iglesias, según ha asegurado el nuevo portavoz de campaña, Ernest Urtasun, que en su estreno en su visita a Doñana con la vicepresidenta ha dicho que se está ultimando el acuerdo y que no van a apurar los plazos.
Lo que no ha mencionado es si los de Belarra estarán o no en la coalición, teniendo en cuenta el clima de tensión y el cruce de acusaciones de las últimas horas. Este miércoles, la líder de Más Madrid, Mónica García, también ha acusado directamente a Pablo Iglesias de mentir después de que este asegurara que su partido, Compromís y los comunes estaban intentando apartar a Podemos.
En el otro extremo de la mesa de negociaciones, los morados denuncian las zancadillas que sufren, pero desde una posición más débil de la que les hubiera gustado teniendo en cuenta los malos resultados cosechados por la formación morada en las autonómicas y municipales del 28M.
Critican que se les acuse de estar torpedeando el acuerdo de coalición cuando apuntan a que son otros partidos, aliados de Sumar, los que están disparando contra Podemos.
Públicamente, evitan el choque e insisten en que quieren cerrar un acuerdo "lo antes posible", como ha subrayado la secretaria general del partido, Ione Belarra, que se ha limitado a recalcar que Podemos está donde siempre, "trabajando por la unidad".
Más explícito ha sido su portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, al referirse indirectamente a los vetos que, según Iglesias, han impuesto Más País, Compromís y los comunes: "No importa lo que yo diga, basta mirar lo que han dicho los partidos de Sumar públicamente", ha señalado.
No obstante, Echenique ha incidido en que el acuerdo debería haber llegado antes, que va muy retrasado y que deberían estar haciendo ya campaña.
También intentan pasar página a esa supuesta negociación de una coalición entre ERC y Podemos para el 23J, tal y como desvelaron ayer los comunes de Ada Colau y desmintieron los republicanos.
Podemos mantuvo silencio, y Echenique se ha limitado a decir hoy que no comenta filtraciones y que el interpelado ya ha contestado.
Los comunes han dado por cerrado "este capítulo desafortunado" sin querer saber ya la veracidad de esas supuestas negociaciones.
En todo caso, quedan apenas dos días para registrar las coaliciones electorales -el plazo vence en la medianoche del viernes- y en las mesas negociadoras -bilaterales y también a varias bandas- se sigue hablando de nombres y puestos en las listas, del reparto de las subvenciones públicas y de la estructura de los grupos parlamentarios del Congreso y del Senado.
El equipo de Yolanda Díaz quiere tener el acuerdo a más tardar el jueves porque hay formaciones cuya militancia debe ratificar el pacto. En el caso de Compromís tiene que votarlo su Consell Nacional y en Podemos sus inscritos, aunque los morados podrían hacerlo a posteriori.
Más Madrid, que forma parte de la negociación aparte de Más País e Íñigo Errejón, ratificará esta tarde formalmente con su militancia su incorporación a la de Sumar, y el acuerdo también está ya encarrilado totalmente con Izquierda Unida, los Verdes Equo y el proyecto Drago, en Canarias, que lidera el exdiputado de Podemos, Alberto Rodríguez.