Tras acudir cerca de 700.000 jóvenes en 2019 a Panamá al encuentro con el Papa Francisco, Portugal ya comenzaba los preparativos de la que sería siguiente cita, Estaba programada para el verano de 2022, pero la Covid-19 obligó a modificar los planes. Si bien el pasado ejercicio, lo peor de la pandemia, ya había pasado, el Vaticano optó por ser precavido y retrasó un año la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud. El encuentro de creyentes con el sumo pontífice se postergaba un año y será ahora, desde hoy hasta el domingo, cuando se recupere esta cita trienal nacida en 1984 en Italia.

Se espera que más de 800.000 jóvenes de 200 países se encuentren con Francisco en la capital de Portugal. De ellos, 75.000 serán españoles, lo que supone el mejor dato de asistentes de nuestro país para JMJ celebradas fuera de las fronteras nacionales. «Vamos a batir récord de presencia porque nuestros jóvenes son muy grandes», destacó la semana pasada el obispo auxiliar de Valencia y presidente de la Subcomisión Episcopal para la Juventud y la Infancia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Arturo Ros. Los jóvenes españoles serán la segunda nacionalidad más presente tras la local y dieron ayer su particular pistoletazo de salida a las jornadas en un encuentro en Estoril con la participación de 37.375 chicos y chicas llegados de 67 diócesis de España, de 32 congregaciones religiosas y de 11 movimientos nacionales e internacionales.

El evento católico comenzará esta tarde a las 19:00 horas con una misa de apertura presidida por el cardenal patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, en la Colina do Encontro. Se prolongará hasta el domingo 6 de agosto con la misa de envío, que tendrá lugar en el Campo da Graça, donde los peregrinos pernoctarán la noche anterior para asistir a este momento culmen.

Uno de los actos más importantes de la JMJ llegará mañana, cuando aterrizará en la Base Aérea di Figo Maduroel avión en el que viaja el Papa Francisco.

Tras una ceremonia de bienvenida en el Palacio Nacional de Belém, Bergoglio mantendrá un encuentro con autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático; se reunirá con el primer ministro de Portugal, António Costa, y se encontrará con un grupo de obispos, sacerdotes, religiosas y seminaristas en el Monasterio de los Jerónimos.

El jueves será el momento de los jóvenes universitarios ante los que el Papa pronunciará otro discurso para a continuación trasladarse a Cascais y saludar a un grupo de jóvenes de Scholas Ocurrentes. Por la tarde presidirá la ceremonia de acogida en el Parque Eduardo VII.

El viernes la jornada comenzará con la confesión de algunos jóvenes en la Praca do Império y seguirá con un encuentro con representantes de algunos centros caritativos, ante los que el Pontífice pronunciará unas palabras. A mediodía, compartirá un almuerzo con jóvenes en la Nunciatura Apostólica y por la tarde tendrá lugar el tradicional Viacrucis.

Al día siguiente, el sábado, el Papa viajará en helicóptero a Fátima, donde permanecerá cinco horas. Allí rezará el rosario con jóvenes enfermos y visitará el santuario de Fátima para implorar de nuevo por la paz en Ucrania y en el mundo. Ya de regreso a Lisboa mantendrá un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús.

Por la noche tendrá lugar uno de los momentos centrales de todas las JMJ, la vigilia con los jóvenes, que tendrá lugar en el Parque Tejo. Los participantes pernoctarán allí mismo para no perderse, el domingo por la mañana, la misa del Pontífice, en la que revelará la ciudad en la que se celebrará la próxima Jornada Mundial de la Juventud.

En total, durante los cinco días que estará en Lisboa, el Papa pronunciará ocho discursos, dos homilías, un saludo y una oración (en Fátima), además del Ángelus del domingo.