Conrado Escobar vivió ayer uno de los días más importantes de su carrera profesional. Y es que fue la primera vez que, tras más de 30 años de presencia política, protagonizó como alcalde el Debate del Estado de la Ciudad, un circunstancia que le hizo «especial ilusión». En este foro aseguró que su gestión se basa en el diálogo y eludió la autocrítica respecto a la polémica que no cesa -seguro que hoy los socialistas lo convierten en eje de sus argumentos- de los proyectos de carril-bici ejecutados con fondos europeos.
Dedicó «un minuto» a esta «cuestión» para defender su actuación, «hemos aumentado las zonas habilitadas para el peatón, y mejorado la seguridad en la circulación», y dijo con contundencia que su proyecto «cumple con los objetivos exigidos por Europa», además de tener claro de dónde viene el viento de las críticas y quién lo impulsa. «Ante las persecuciones, o ataques, pie en tierra y hacer camino», destacó el alcalde, contexto que aprovechar para informar de que Logroño, junto con, Lardero y Villamediana, recibirá 4,1 millones de fondos europeos para mejorar el ciclo del agua.
Y esta intervención no es sino una de los hilos del tejido de Logroño, que tiene las características para ser «un referente y una ciudad tipo para la UE en materia de sostenibilidad y movilidad, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una ciudad compacta de 15 minutos, abierta e inclusiva», palabras que bien podrían haber pronunciado sus antecesor, Pablo Hermoso de Mendoza, y con la que el actual alcalde centraba cuál iba a ser el contenido de su discurso.
Prologados por un amplio alegato, dirigido al Estado, para que la financiación local sea materia de debate público, desgranó sus inmediatos objetivos, que arrancan «en los próximos días», en los que presentará a los grupos municipales los primeros texto de tres planes, el general municipal, el de seguridad y el de barrios.
Estos objetivos de sostenibilidad arrancan en el río, donde pondrá en marcha 'Ebro Vivo', una iniciativa que convertirá su entorno en un espacio de promoción de la actividad física, cultural y medioambiental.
En este ámbito, recordó que a final de año, Logroño contará con el nuevo Parque del Camino, con 43.000 metros y en breve licitará el de las Tejeras, con 13.000 metros cuadrados de espacios verdes.
Pero la ambición de Escobar no se queda aquí y su equipo ha elaborado una nueva estrategia, que sobrepasará varias legislaturas, 'Logroño 2050'. «Ha llegado el momento de pensar en la ciudad del futuro… Logroño tiene que volar», un ave que anidará en el Monte El Corvo, -aquel en el que el expresidente Pedro Sanz quiso construir hace 15 años una ecociudad- y que Escobar quiere convertir en un espacio verde de 50 hectáreas culminado con un mirador.
Es uno de los proyectos de la Ciudad Circular, que recupera el proyecto del anillo verde, de 27 kilómetros que rodeará la ciudad, con una red de itinerarios ciclopeatonales que conecte los parques de Logroño. «Este plan, contó el primer edil, se articula conforme a la relación 3-30-300», esto es, 3 árboles por ciudadano, 30% de cobertura de sombra vegetal y no más de 300 metros de distancia con esos espacios verdes.
La movilidad está también en el horizonte del equipo de Gobierno y el alcalde anunció un plan que aspira ganar 1.000 metros cuadrados anuales de zonas de «convivencia peatonal», más de 30 kilómetros ciclopeatonales en los próximos 5 años y 2.000 plazas de aparcamientos a lo largo de los siguientes 8 años.
Para su puesta en marcha, Logroño tirará de fondos europeos, que servirán también para mejorar el servicio público de bicicletas y mejorar el transporte. En este contexto, avanzó que a partir de primavera se podrá pagar el autobús urbano con la tarjeta y el móvil.
Diálogo. El alcalde, que tiró de los versos del Himno, cruce de caminos y puente sobre el Ebro, para definir la base sobre la que ha sustentado gran parte de su política, presumió del valor que el diálogo ha adquirido en su tarea -Sábado del vecino o concejales de distrito- y apuntó que dos de los «logros» de su mandato, el acuerdo de empleo público y el de la Policía Local, se han lograd gracias a ese afán de consenso.
Recordó la apertura de la estación de autobuses y el proyecto de la antigua como centro de mayores, que comenzará a desarrollarse en 2025, y mencionó su plan para construir 400 viviendas para cuya concreción sacará a concurso 10 solares para perfiles exclusivamente jóvenes con el fin de construir 124 nuevas viviendas.
Y crear viviendas compartidas para mayores que viven solos es también una iniciativa que baraja el equipo de Gobierno logroñés que, según su responsable, guarda un papel relevante para la cultura. Al respecto, citó el Proyecto 1521, que regenerará el entorno urbano de Valbuena y el Revellín, en cuyo entorno comenzarán en breve excavaciones arqueológicas.
Además, se esta ultimando la licitación de las asistencias técnicas para mejorar el albergue, el Cubo del Revellín, la caseta del Puente del Piedra, y el bar de La Grajera.
Entre el vacío y la mentira. Aunque hoy será el turno para que los grupos políticos evalúen este año y medio de Gobierno del equipo del popular Conrado Escobar, las primeras impresiones ofrecidas ayer por los portavoces de la oposición tras la intervención del alcalde en la primera jornada del Debate del Estado de la Ciudad no hacen augurar alocuciones muy complacientes con el primer edil. La opinión de los partidos de la oposición, PSOE, Vox, PR y Unidas Podemos (UP), a pesar de la distancia que les separa en el espectro político, fue coincidente, y el calificativo más benévolo que recibió Escobar fue el de decepcionante.
Esta es la consideración del socialista Luis Alonso, que criticó que Escobar dibujara el Logroño de 2050, pero «no ha dicho qué vamos a hacer dentro de unos días», cuando «vayamos al Ministerio de Transportes y defienda que su modelo de movilidad sostenible cumple con la normativa europea». Introducía así uno de los principales problemas a los que se enfrenta el alcalde que, según el portavoz socialista, trufó su intervención de proyectos cuyos fondos consiguió el gobierno anterior.
También Rubén Antoñanzas, del PR, acusó al alcalde de echar mano de proyectos «que ha encontrado en el Ayuntamiento», y de vivir una realidad paralela. «Habla de consenso, pero lo que en realidad hace es imponer la mayoría absoluta del PP para hacer lo que le da la gana» afirmó el regionalista, opinión en la que coincidió con la portavoz de Vox, María Jiménez, que señaló que el primer edil «le da mucho bombo al consenso y la participación ciudadana, cuando brilla por su ausencia».
Censuró la falta de autocrítica por parte del alcalde «después de un año de gestión ineficaz», en un tono tan poco piadoso como el de Amaya Castro, de UP, que consideró que el discurso había sido «absolutamente vacío», en el que Escobar había «vendido humo» y estaba cuajado de mentiras. «En vez de situarnos en Europa, nos está llevando a los años 80», opina Castro, que piensa que el alcalde le dio mayor importancia a los turistas que a quienes viven en Logroño, en especial a los jóvenes, «cuya situación ha pasado por encima».
Frente a este cúmulo de reproches, el popular Miguel Sáinz apreció la intervención de Escobar como «positiva y realista» con «un resumen breve de un año de trabajo intensísimo» con lo que ha demostrado que «Logroño es una ciudad en marcha, que está de moda» y alberga proyectos ilusionantes a largo plazo.