«Nos estamos acostumbrando a trabajar en una época turbulenta»

FelI Agustín
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Basilio García, gerente del Grupo Hergar, mantiene presencia, aunque poco importante, en los dos focos de conflicto, Ucrania e Israel, donde también se ha reducido la cifra de empresas exportadoras

Trabajadoras en una fábrica de calzado, en una foto de archivo. - Foto: Óscar Solorzano

El descenso del volumen exportador llega acompañado de una disminución en el número de empresas que han hecho negocios en Israel, que este año han sido 53 frente a las 79 del mismo periodo del año pasado;de ellas, 10 pertenecen al capítulo de bebidas, la mitad que un año antes;18 de bienes de consumo -fueron 27 el ejercicio previo-;y 28 de productos industrales y tecnología, diez menos que entre enero y julio de 2023.

En valor de lo exportado, según los sectores del ICEX, el 21% lo han aportado los envases y embalajes metálicos, mientras que el 21,3% hay que atribuírselo al calzado, que ha aumentado las exportaciones hasta 1,125 millones frente a los 943.000 del ejercicio previo.

Entre las empresas del sector que han seguido trabajando con el Estado judío figura la firma arnedana Grupo Hergar, cuyo director general Basilio García, señala que conserva «media docena» de clientes y, sin ser el país objetivo prioritario para su negocio, su voluntad es mantenerlos.

El fabricante de calzado, que espera una buena campaña para el sector, afectado este año, además  en Europa por condiciones climatológicas, mantiene igualmente el mercado en Ucrania,  a pesar de que se ha frustrado el interés por abrir una tienda en dicho país, un actuación que iba a acometer cuando se produjo la invasión rusa. No obstante, confirma que siguen las ventas porque la gente «tiene que vivir, trabajar» y salir hacia adelante. «Psicológicamente, nos estamos acostumbrando a una época de turbulencia y no nos influye tanto el conflicto, bien sea en Oriente Próximo o en Rusia», reflexiona García, que constata que no es lo mismo vivir en el centro de Ucrania o Israel que en los márgenes de la guerra.

Fabricante de marcas como Callaghan y Gorila, señala, al respecto, que también en los países del entorno de Israel el mercado sigue funcionando y, si bien las ventas han menguado, se han mantenido.

Las ventas a los vecinos. Así, a los países de la Península Arábiga -Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Yemen- las exportaciones se han reducido considerablemente, un 39%, hasta el 4,4 millones, al mismo nivel que las importaciones, que han sido de 41,1 millones, un 36%. Por lo que respecta al Líbano, la principal zona de guerra en este momento, las ventas eran escasas, de 271.000 euros, y se han minorado en casi 100.000 euros, hasta los 176.000;mientas que a Irán, el principal enemigo de Israel, la industria manufacturera les ha vendido 35.000 euros. Al tradicional rival del Estado alauí, Irak, le ha facturado 163.000, casi igual que el año pasado. Desde La Rioja no se vende ni un euro a Siria o a los Territorios Palestinos,  mientras que a Egipto, que permanece ajeno a la contienda, las firmas asentadas en esta comunidad le han despachado por valor de 527.000 euros frente a los 573.000 de hace un año.