Una brecha que acorta distancias

SPC-Agencias
-

El número de mujeres que cobran la pensión máxima de 3.175 euros mensuales se multiplica por seis en la última década y ya representa el 30% de los 494.730 jubilados que la perciben

Una brecha que acorta distancias

El mercado laboral español está acercándose año a año a los niveles de los países más avanzados en lo que a la incorporación de mujeres en puestos cualificados se refiere, con todo lo que esto significa en cuanto a los derechos que van adquiriendo las trabajadoras, no solo en términos salariales, sino también en beneficios sociales, prestaciones y un gran sinfín de ventajas.

En este contexto, el número de jubiladas que percibe la pensión máxima mensual se ha multiplicado por seis en la última década, al pasar de 23.026 a 147.550, aunque siguen siendo minoría frente a los hombres que la reciben.

Según los datos de la Seguridad Social, en abril de este año, 147.550 mujeres cobraban la prestación de retiro máxima o superior, lo que significa el 30% del total de los 494.730 pensionistas que se beneficiaban en España.

Se trata de un tema de poder adquisitivo y calidad de vida muy importante teniendo en cuenta que en 2024, la paga máxima asciende a 3.175 euros mensuales, o lo que es lo mismo 44.450 anuales.

Mirando al mismo mes de 2014, cuando la jubilación máxima era de 2.554,5 euros mensuales, 203.727 pensionistas estaban en el tramo más elevado, de las que 23.026, el 10%, eran féminas.

En total, el número de beneficiarias con la mayor prestación se ha duplicado en una década en un escenario que cuenta con 9,2 millones de pensionistas en España.

Entre las mujeres, las que reciben la máxima suponen el 3,3% del total de pensionistas, cuando hace una década tan solo eran el 0,6%.

No obstante, queda aún mucho camino por recorrer ya que, según indican desde la Seguridad Social, el grueso de las pensionistas, 2,8 millones, está en los tramos más bajos y la brecha de género se coloca en una media de 500 euros.

Para atajar esta diferencia se han adoptado medidas como el complemento de brecha de género, vigente desde febrero de 2021, que consiste en una cuantía fija de 33,20 euros al mes por hijo, hasta el cuarto descendiente.

Esta prestación, destinada a atajar el impacto del nacimiento o adopción en la carrera profesional de un trabajador, complementa un total de 752.061 pagas de jubilados, de las cuales 675.565, casi el 90%, son percibidas por mujeres, y el importe medio mensual de esta ayuda asciende a 71 euros.

Asimismo, se está produciendo en el país un fenómeno muy importante que pone de relieve que cada vez se jubilan más mujeres trabajadoras y con más años cotizados.

Según el índice de salarios que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2022, había casi 1,5 millones de mujeres en los dos últimos deciles (con los sueldos más altos), cifra que aún representa el 43% del total de empleados con esa escala retributiva.

En este escenario, 10 años antes, en 2012, el número de mujeres entre los salarios más remunerados apenas superaba el millón de personas representando el 35% del total de los que más ganaban.

La progresiva incorporación femenina al mercado ha logrado, además, que superen obstáculos profesionales y sociales que han redundado en múltiples beneficios tanto para ellas como para sus familias.

Formación

Los expertos sostienen que este paso de gigante se ha logrado gracias a la mayor formación que han adquirido y que contribuye a esta evolución positiva, así como las políticas sociales  adoptadas en los últimos años para favorecer este crecimiento.

«Cada vez se jubilan más mujeres y llegan con más años cotizados», señala el secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo.

Bravo, además, recuerda que se ha mejorado el tratamiento de las lagunas de cotización vinculadas al cuidado de hijos u otros familiares dependientes y que tener más años cotizados se refleja a día de hoy en mayores pensiones.

Junto a esto, el responsable de CCOO explica que carreras como la medicina o el sector financiero, que es donde se suele cotizar por la base máxima, están bastante feminizadas y ya se jubilan más mujeres que pertenecen a ellas.

En definitiva, una situación que está evolucionando y que responde a una valía profesional y cualificación cada día más importante.