El mejor final en una aguerrida temporada

Gonzalo Ortega
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Grafometal Sporting La Rioja vuelve, tras una campaña llena de altibajos, a la élite del balonmano femenino español apenas un año después de descender

Grafometal Sporting La Rioja regresa a la Liga Guerreras Iberdrola una temporada después. - Foto: Óscar Solorzano.

Grafometal Sporting La Rioja es de primera división. Y lo es de manera merecida, tras un extraordinario final de campaña en el que consiguieron hacerse, el sábado tras derrotar 29-21 a Uneatlántico Pereda en el Palacio de los Deportes,  con uno de esos dos puestos que daban acceso directo a la Liga Iberdrola Guerreras por la vía rápida, sin necesidad de tener que acudir a unos playoff.

Sin embargo, aunque finalmente el cuento haya terminado con final feliz, la temporada no ha sido ni mucho menos sencilla. Ha sido un trayecto lleno de curvas en el que se ha visto recompensado el trabajo, la constancia y no darse por vencidas para terminar por regresar, solo un año después, a la máxima categoría del balonmano nacional femenino.

PIE IZQUIERDO. La temporada 2023/24 comenzó con victoria solvente, ante Ikasa Boadilla (25-13). No obstante, pronto llegarían los inconvenientes. En un negativo octubre, las de Juanjo González empataban 25-25 contra Zonzamas Lanzarote y ante Morvedre y eran derrotadas en su visita a Ciudad de Arrecife lanzaroteño (25-24).

A estos resultados que le desplazaron hasta la quinta posición se le unió la rotura del ligamento cruzado anterior y menisco interno de la rodilla izquierda de su jugadora Blanca Benítez, mientras estaba disputada un amistoso con las Guerreras Junior en Elche.

TRES MESES DE TRIUNFOS. Después de este dubitativo comienzo de campaña, el Grafometal puso en marcha su mejor maquinaria para derrotar al Zuazo (24-23) y así hasta siete contrincantes más, acumulando ocho victorias consecutivas. Tres meses seguidos sin conocer la derrota que le permitieron comenzar la segunda vuelta de la competición regular aupado en lo más alto de la clasificación con 20 puntos, los mismos que Zuazo Femenino y uno por encima de Morvedre.

Tras recuperar el liderato doce jornadas después, un nuevo tropiezo en la capital riojana ante Zonzamas (23-24) devolvió a las riojanas a  la tercera posición siendo superadas por el conjunto fabril y el saguntino, en lo que ya se prevía que la lucha por las dos posiciones de ascenso directo iba a ser a tres.

Dieron un golpe sobre la mesa al superar en Puerto Sagunto al Morvedre (21-24), pero, al igual que en la primera vuelta, cayeron contra Ciudad de Arrecibe en Logroño (20-21). Y tras cerrar la decimoprimera jornada de competición terceras con 22 puntos, a un punto de Morvedre y a tres de Zuazo, las de Juanjo González comprendieron que si querían obtener esa recompensa final, el premio estaba en la constancia y la regularidad en el juego para que esta se viera transformada en resultados.

La jornada 16 fue un punto de inflexión. Viajaban a Barakaldo para enfrentarse al líder de la liga. Un encuentro que perdían 24-19 a falta de cinco minutos pero en el que las riojanas obraron una machada que, sin saberlo, iba a ser decisiva para la resolución del campeonato. Consiguieron empatar el choque a 24 y llevarse un punto de la ciudad fabril, además del goalaverage a su favor, al haberles ganado en Logroño.

SEIS DE SEIS. Ese empate les dejaba con 23 puntos a dos del Morvedre (25) y a cuatro de Zuazo (27), pero, sobre todo, les dejaba sin margen de error. Si querían seguir optando a ese ascenso directo, el Grafometal no podía fallar y debía esperar los tropiezos de sus rivales que, a la postre, terminaron llegando.

La plantilla de Juanjo González ha encontrado en este tramo final la regularidad que tanto han echado en falta en algunos tramos de la temporada y seis victorias consecutivas les han permitido terminar la competición regular, después de 22 jornadas, en segunda posición con 35 puntos. Una derrota y dos empates consecutivos del Zuazo, que parecía el equipo más favorable a terminar la liga en primera posición, le han desalojado hasta el tercer cajón, dando pie a que el Morvedre ocupara esa primera plaza y el Grafometal, empatado a puntos con el conjunto vasco pero con el average a su favor, después de ese heroico (y tan valioso) empate en Barakaldo.

El sábado, concentradas desde los primeros compases y conscientes del premio que había en caso de victoria, el equipo riojano hizo gala de ese sobresaliente juego que ha demostrado en este final del curso y su carácter de guerreras para finiquitarlo de la mejor manera posible y conseguir el ansiado ascenso a una liga homónima, cumbre del balonmano femenino español.