La sequía provoca fricciones entre los regantes del Iregua

Feli Agustín
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Las organizaciones agrarias solicitan al Gobierno su mediación para evitar conflictos. La cosecha de cereal, casi perdida en Rioja Baja; frutales, el mismo camino

Acequia de riego en Villamediana. - Foto: Óscar Solorzano

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), organismo que depende de la ONU, alertaba ayer  de que el fenómeno 'El Niño', que desencadena sequías e inundaciones y provoca aumentos de temperaturas, podría registrarse antes del mes de septiembre.

Esta advertencia llega en un contexto de gran complejidad que en el valle del Iregua es ya de extrema gravedad ante la falta de lluvias, según  reiteraron ayer las organizaciones agrarias ARAG-Asaja, UAGR, UPA y la Federación de Cooperativas (Fecoar) a la Consejería de Agricultura, que les informó de las propuestas que desde La Rioja se enviarán al Ministerio para elaborar un real decreto con el fin de aliviar las consecuencias de una sequía cuyo final no se adivina.

La falta de lluvias y el calor que no amaina están amenazando la supervivencia de muchos cultivos, y prácticamente se da por perdida la cosecha de cereal en Rioja Baja, con los frutales del Iregua siguiendo el mismo camino. Una situación que está provocando ya fricciones entre los regantes de esta cuenca, que se reparten el agua disponible entre las distintas comunidades, y la distribuyen después entre sus miembros.

Para evitar que estos roces generen mayores conflictos, algunas de las organizaciones han solicitado la mediación del Gobierno para el aprovechamiento de las «pocas reservas de agua» y su administración responsable. «Para eso hace falta que la administración se moje», afirma Néstor Alcolea, de UPA, que señala que además de intereses particulares, «hay intereses estratégicos» para la comunidad autónoma por lo que deben «establecer prioridades en el uso del agua y compensaciones para quien no pueda ejercitar su derecho legítimo» a utilizarla.  El presidente de la Unión de Agricultores (UAGR), Óscar Salazar, destaca que la Administración debe reunirse con las comunidades de regantes y los alcaldes para establecer prioridades.

Igor Fonseca, secretario general de ARAG-Asaja, que recuerda que ya hace una semana se aventuraba que muchas de las siembras de herbáceos en Rioja Baja estaban afectadas y podían ser irrecuperables. «Desde entonces esta situación ha empeorado», constata Fonseca, que expresó su preocupación por la disponibilidad del regadío, particularmente en el Iregua y en Rioja Baja, alimentado por el embalse del Ebro.

Julián García Plisson, gerente de Fecoar, coincide en la grave situación de la cosecha de cereal en Rioja Baja, «que se está intentando salvar»;y muestra una «gran preocupación» por el estado del viñedo en las zonas que carecen de regadío, donde, en función de la evolución de la climatología, se puede producir mermas de la producción.

¿Soluciones?. Los responsables de la Consejería informaron  de que sus propuestas para la elaboración de un real decreto que ha de acometer el Ministerio se sustentan en reducciones de tasas e impuestos, adelantos del pago de la PAC o préstamos bonificados, medidas que Fonseca entiende que deben ser complementadas con ayudas autonómicas, que podrían beneficiar a zonas y cultivos concretos.

Fecoar se guía por un marco nacional, aunque considera necesario prorrogar la ayuda de 20 céntimos al gasoil o compensar la subida de los fertilizantes. 

Alcolea mencionan la ausencia de medidas de carácter agronómico y plantea que el agua del desembalse de la presa de Enciso se emplee para riego, aunque el responsable de UPA teme que la actual protocolo no lo permita. 

«Toda la ayuda será bienvenida, aunque tememos que no serán suficientes», lamenta Salazar, que insiste en que la situación es más grave de «lo que creemos» y alerta de la destrucción de hectáreas de regadío en beneficio de las multinacionales eléctricas, «que se están forrado».

«Tenemos para  dos riegos». «La situación no es mala, es lo siguiente», afirma de manera coloquial José María Daroca, presidente de la Comunidad de Regantes de la Cuenca del Iregua, que relata que hay municipios como Entrena, Albelda o Lardero, con mayor presencia de frutales [el 70% de la pera de Rincón se produce en esta zona], donde se juegan «todo».

Informa de que en algunas localidades, como Entrena, solo tienen agua «para dos riegos», y vaticina en estas circunstancias la pérdida «total» de la fruta, a la vez que algunos árboles en tierra más seca.

Daroca, que fue presidente del Consejo Regulador del Rioja, descarta la existencia de enfrentamientos, «cada cual ha hecho uso de lo que cree que es de él», aunque añade que ello no es óbice para que el «día de mañana pueda haber otras historias».

 «La situación es muy grave», insiste el agricultor, que señala que el desánimo ha cundido entre unos profesionales «que no pueden hacer nada», Así las cosas,  pide a las administraciones más apoyo para modernizar el regadío porque, si  no regar «alegremente», sí se permitirá salvar la producción.

«Si queremos seguir con agricultores y ganaderos en La Rioja, tal vez haya que plantearse un rescate del sector agrario», reflexiona Óscar Salazar, presidente de la UAGR, que recuerda las dificultades de los últimos tiempos para sacar las producciones adelante «con unos gastos históricos debido a la especulación», a lo que ahora se suma la sequía y «el desplome de los precios».