El mercado laboral riojano presentó el año pasado un comportamiento poco lucido, con una reducción de las tasas de actividad y empleo, la subida del paro cerca de un punto -con un aumento interanual del 9,49 %, mientras que en España se redujo un 6,4 %- y, aunque creció la afiliación un 2,20 %, el aumento fue inferior al registrado en España del 2,85 %. Al respecto, destaca cómo se iguala progresivamente entre sexos y, de hecho, la afiliación de ellas aumentó el doble que la de ellos. Mientras los trabajadores autónomos representan el 18,04 % del total de afiliados y el 35,16 % de los mismos son mayores de 55 años, se firmaron 116.081 contratos, que beneficiaron a 59.226 las personas, principalmente de peones.
Así lo recoge el Informe del Mercado de Trabajo de 2023, que ha publicado el Servicio Público de Empleo (Sepe), que constata que las ocupaciones de baja cualificación lideran tanto la oferta como la demanda, en un ejercicio en el que la contratación registró un descenso del 15,13 %, situando a La Rioja en niveles muy lejanos a tiempos previos a la pandemia pues se contabilizaron unos 60.000 más, hasta los 176.806, en 2019.
Según este documento, el 75% de los contratados en la comunidad tiene un nivel formativo igual o inferior a ESO, el 19,45 % de Bachillerato o Formación Profesional y el 8,45% de formación universitaria;de hecho, el 47 % se realizaron en el gran grupo de ocupaciones elementales, porcentaje similar al del año 2014.
El siguiente gran grupo con mayor volumen de contratación es el de trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores con un 23,68 %, con un aumento interanual de casi un punto. En este contexto, fueron los peones agrícolas quienes encabezan las ofertas, con un total de 16.321, apuntando un descenso del 17,03% en un escenario general de caídas. Uno de cada cuatro contratos, 29.059, se realizó, precisamente, en agricultura yel Sepe destaca que en este sector el porcentaje de contratación es más del doble que en nuestro país.
Los peones agrícolas han vuelto a superar a los industriales como ocupación con mayor nivel de contratación, tras apuntar estos una caída del 22%, que se suma al 35% de 2022, con 13.632 contratos. Completan el podio los camareros, que firmaron 11.520 contrato, con una bajada del 11,30%. Les siguieron los peones agropecuarios -8.840-, personal de limpieza de oficinas -5.509- , y vendedores, que sumaron 4.587. El área de monitores de actividades recreativas y de entretenimiento, con 2.141, sufrió la segunda mayor caída en la contratación, del 19,33%;por contra, los mayores incrementos interanuales los presentan los trabajadores cualificados en actividades agrícolas (43,34 %) hasta los 1.776 y los de los cuidados a las personas en servicios de salud, un 17,80 %, para sumar 1.721. Por sectores, el mayor volumen de contratos lo registra el sector servicios, con más de la mitad.
Las demandas. Analizando los datos del Servicio de Empleo se constata que el empleo que más contratos generó no se encuentra entre las 15 principales preferencias de los demandantes, que apuestan, al igual que el ejercicio de 2022, por los peones industriales, con 8.947, por delante de los vendedores, personal de limpieza de oficinas, administrativos y camareros. La distribución por sexos diferencia con nitidez los que tradicionalmente se han considerado trabajos masculinos y femeninos y, así, las mayores tasas de hombres se encuentran en peones de la construcción (99,76 %) y conductores (93,94 %);en el caso de las mujeres, fueron empleadas domésticas (97,43 %) y asistentes personales o personas de compañía (95,08 %). El grupo que registró más solicitudes de empleo fue el de ocupaciones elementales, con el 38,38 % de las demandas;la mayor tasa de extranjeros se encuentra en el de trabajadores cualificados en el sector agrícola (31,26 %);y la de mayores de 45 años y parados de larga duración es para directores y gerentes (81,27 %).
Debilidades y fortalezas. El Sepe señala que La Rioja ocupa la quinta posición en el conjunto nacional en cuanto a su PIB per cápita y, aunque se registra un ascenso interanual del 6,21 %, esta subida fue tres puntos menor a le evolución nacional, del 9, 16%.
Entre los puntos fuertes de la economía riojana destaca el peso del sector industrial respecto al PIB, especialmente la agroalimentaria y calzado, además de la apuesta «decidida» por la innovación y la calidad, con centros tecnológicos y de investigación especializados. Como puntos débiles, menciona una carencia histórica y mil veces reclamada, las infraestructuras de transportes, tanto en ferrocarril como en carreteras. Menciona también el efecto frontero con provincias vecinas con favorable fiscalidad, el pequeño tamaño de las empresas y el envejecimiento de la población.
Destaca que la población riojana está caracterizada por la reducción de la natalidad, el aumento de la esperanza de vida, especialmente entre las mujeres, y la fuerte presencia de población inmigrante.