Filete, chuletón, solomillo

Feli Agustín
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La Rioja registra un gasto per cápita en alimentación de 1.764 euros, un 1,9% más que la media;gusta la carne y menos la verdura

Carne, donde más gastan los riojanos. - Foto: Óscar Solorzano

El paraíso gastronómico en el que se ha convertido La Rioja -nadie atesora más estrellas Michelin por habitante, con un notable número de establecimientos con soles Repsol, y una cocina referencia fuera de los confines de la comunidad- obedece a la calidad de los productos que se producen en su territorio y juegan, además, un papel crucial en la economía de la región.

El valor de la Producción Final Agraria de La Rioja ascendió en 2023 a cerca de 794 millones de euros, que se tradujo en 2.176 millones en la cifra de negocio de la producción agroalimentaria, de los que el gran volumen lo aportó el vino -882 millones-; los preparados de conservas y hortalizas, 424 millones;la industria cárnica,  283,1, y los platos y comidas preparadas.

Esta diversidad y riqueza alimentaria aporta una buena excusa a los riojanos que, a tenor del gasto, les gusta comer. Conforme al informe Alimentación en España. producción, industria, distribución y consumo 2024, que publicó Mercasa a finales de año, cada vecino  gastó en comida durante el año 2023 un total de 1.764 euros, un 1,9% superior a la media nacional, inferior al País Vasco, Navarra, Cataluña y Asturias, y similar a Galicia y Castilla y León.

Las diferencias que se constatan en gasto alimentario global entre las regiones españolas se trasladan también a los alimentos que se consumen y, con la referencia de la media nacional, en La Rioja se toma por habitante una mayor cantidad de aceite, un 21,8% más -La Rioja siguió liderando el año pasado el consumo de aceite de oliva, a pesar de la escalada histórica de precios-;un 16,3% más de carne;un 18,9% de pan,y el 24,6% de leche.

En el lado contrario, el consumo es menor en todo tipo de productos ya elaborados, como  bebidas refrescantes y gaseosas (-24%), frutas y hortalizas transformadas (-12,5%), platos preparados (-20,7%) o derivados lácteos (-9,6%), aunque también destaca que la ingesta de hortalizas frescas -a pesar de la huerta riojana- fue de un 21,1% inferior a la media del país.

En términos generales, durante el año 2023 cada persona en La Rioja consumió 143 huevos, 47,8 kilos de carne, 19,4 kilos de pescado, 78,4 litros de leche, 28,9 kilos de derivados lácteos, 32,5 kilos de pan, 12 litros de aceite, 10,7 litros de cerveza, 38,6 kilos de hortalizas frescas, 78,4 kilos de frutas frescas, 13 kilos de platos preparados, 53,9 litros de agua embotellada y 27,2 litros de bebidas refrescantes y gaseosas.

¿CUánto se gasta? El desembolso en productos alimentarios responde a dos criterios, la  cantidad consumida y el precio y, de  esta manera, en términos per cápita, cada ciudadano destina a frescos las mayores cuantías:a carne, 414,7 euros;205 a pescado; 165,2 euros se dedicana fruta;y 137,8, a derivados lácteos.

De manera global, a la compra de carne se dedica el 23,5% del presupuesto, el 11,8% al pescado, la fruta fresca se lleva el 9,4%, mientras que el 7,8% se gasta en derivados lácteos Le siguen las hortalizas frescas (5,4%), pan (4,9%), y bollería, pastelería y  galletas y cereales (4%).  De la misma manera, en comparación con la media nacional, los consumidores de La Rioja cuentan con un gasto superior en carne (21%), leche (23,7%), pan (19,9%), aceite (34,6%), chocolates y cacao (18,5%) y vino (22,3%) mientras que, por el contrario, el menor desembolso es en bebidas refrescantes y gaseosas (-20,6%), patatas (-23,7%), cervezas (-38,4%), hortalizas frescas (-16,4%), derivados lácteos (-7,6%) o bollería, pastelería y galletas (-7,8%).