Entrenador nuevo... nuevo empate

Gonzalo Ortega
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La UD Logroñés echa por tierra todo el buen trabajo de los primeros 60 minutos y empata contra el Utebo, que tuvo dos penaltis a favor en media hora caótica, en el debut de Yayo Urzay como entrenador blanquirrojo

Iñaki Sáenz, de rodillas sobre el terreno de juego tras recibir una falta. - Foto: Óscar Solorzano.

Dice el refranero español 'Entrenador nuevo, victoria segura'. No en esta Unión Deportiva Logroñés, que no utilizó todo su buen hacer durante toda la primera mitad y parte de la segunda para acabar en tablas el duelo contra un Utebo que tuvo la oportunidad de ponerse por delante desde los once metros, pero que fue impedido por Kike Royo.

No estaba la UD Logroñés como para dejar pasar los minutos y desaprovechar el tiempo en Las Gaunas. Así se lo demostró la parroquia local desde que el equipo salió de vestuarios, acompañado de música de viento procedente de las gradas. Lo sabía Yayo. Y lo sabían los jugadores, que trataron de aplicar desde el principio los conceptos del nuevo entrenador. Laterales más adelantados y con incursiones constantes, juego de cara a la portería rival y menos toques con el portero y la presión en campo contrario, constante y siempre apretando al jugador rival con balón.

Todo ello unido pronto dio sus frutos. Casi todo el peligro que iba a generar en los primeros compases el conjunto blanquirrojo iba a llegar por el carril izquierdo, con Madrazo e Iñaki intercambiándose constantemente las tornas, y así iba a llegar el gol, aunque antes tuvo la UD Logroñés para inaugurar el marcador: el rechace de un córner que recogió Agüero y despejó Marín bajo palos y la jugada marca Ortuella, esa acción por banda izquierda de Madrazo con un disparo lejano que golpeó el lateral de la red. Se acabaron los avisos.

En una buena diagonal desde casi el centro del campo en dirección a la banda izquierda, Madrazo en fuera de juego se desentendió del balón y aprovechó el desconcierto el capitán blanquirrojo para coger la pelota, centrar y encontrar el remate de Riki, que hizo el primero con algo de fortuna. Vale igual. 1-0 y la UDL con las mejores sensaciones posibles en casa desde el duelo contra el Izarra.

El gol le vino mejor al Utebo que a la propia UD Logroñés, que le entregó el balón por completo al conjunto visitante. Este lo aprovechó para ir mejorando con el paso de los minutos, sacando partido Marín a un desajuste defensivo y rozar el empate con un disparo que se acabó estrellando en la madera. No hubo mucho más hasta el descanso, reservando toda la acción para la segunda mitad.

En el regreso hubo polémica nada más comenzar, en un claro agarrón a Agüero que el colegiado XXXno señaló penalti. Los locales habían saltado al campo renovados y con las ideas claras sobre qué hacer para conseguir el segundo gol, que a punto estuvo de lograrlo Madrazo en un disparo dentro del área que despejó Guti con la cabeza.


DEL 2-0 AL 1-1. Llegaron los minutos locos a Las Gaunas. Yayo en la banda había preparado un triple cambio que no se llegó a producir porque el línea estaba demasiado alejado de la línea central y los jugadores blanquirrojos ya habían puesto de nuevo el balón el juego.  Riki, de nuevo protagonista, utilizó el desconcierto para gozar de un mano a mano que desbarató Guti con la punta de la bota. Y en la acción posterior, Eloy derribó a Frodo dentró del área y el árbitro esta vez sí señaló penalti. Esta vez, porque le había perdonado uno  al canterano central cinco minutos antes. David Suárez no falló y vuelta a empezar a  20 minutos para el final.

Fue un mazazo el gol para los de Yayo, que pasaron del 2-0 al 1-1 en cuestión de un minuto y no supieron asimilarlo. Empezó a acumular llegadas constantemente el conjunto aragonés, con el partido ya roto. Todo el orden del primer tiempo había desaparecido y el balón iba a de lado a lado, aunque las ocasiones eran todas visitantes. En una de estas, Iñaki derribó de nuevo al atacante aragonés y, de nuevo, pena máxima en contra de los blanquirrojos. Esta vez Royo aguantó a Suárez y le adivinó las intenciones, deteniendo el balón dirigido al mismo sitio que lo había lanzado anteriormente, abajo a la derecha del portero.

Espoleó la intervención de Royo a los blanquirrojos, que reaccionaron inmediatamente en busca del gol que les diera los tres puntos. Pero la búsqueda fue con más intención que resultados, porque el correcalles en el que se había convertido el partido requería de pausa y fútbol, algo que en estos momentos no existe en la UD Logroñés.

Se tuvo que conformar con el premio menor del empate, no recortar puntos a un rival directo en la pelea por los playoff y seguir fuera, en séptima posición con 42 puntos, a dos de la quinta plaza, en posesión, precisamente, de los aragoneses.