«Viñedos de Álava no se paraliza

Feli Agustín
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ABRA avanza la creación de un sello que diferencie las bodegas artesanas, que busca diferenciar los alaveses, y que el cliente sepa si el vino procede «de una bodega o de una fábrica»

Miembros de ABRA, el pasado día 11 en Laguardia. - Foto: ABRA.

La Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) sigue adelante con Viñedos de Álava. Así lo confirma su presidenta, Itxaso Compañón,

que destaca que el nuevo proyecto que tienen en cartera, que adelantó hace unos en Laguardia, no invalida la  posible futura Denominación que agruparía vinos de Rioja Alavesa. Al respecto, recuerda que su asociación aglutina bodegas de diferentes tipologías, las que elaboran vino de mesa, otras que pertenecen a la DOCaRioja, y otras, miembros de la Denominación, que abandonarían si saliera adelante Viñedos de Álava.

«Sigue su curso, tendrá su propio camino», asegura la presidenta de ABRA, que se mantiene a la espera de la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV),     que ha de dictaminar  sobre el recurso contra el auto que suspendió de forma cautelar la autorización que concedió el Gobierno vasco a la denominación para comercializar sus vinos, en respuesta a la demanda presentada por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja. La asociación, que agrupa unas 70 bodegas de Rioja Alavesa, lanza ahora una acción promocional que pretende «hacer un paraguas que ampare  las tipologías de las diferentes bodegas de la asociación de cara al consumidor  para que sepa fehacientemente que lo que está consumiendo proviene de bodegas pequeñas, artesanas, que hacen comarca», independientemente de si pertenece a una denominación de origen o no.

Hacen pueblo. Del proyecto, que se presentará en Vitoria el día 26, se darán los detalles que marcarán la diferenciación para que el cliente sepa, cuando está comprando, si ese vino «procede de una bodega o de una fábrica».  

El objetivo, incide, es diferenciar las bodegas que son «el alma de la comarca», dar un valor añadido a las bodegas pequeñas, artesanas, «que hacen pueblo, hacen comarca, las que generan riqueza social y viven en el pueblo». Esta iniciativa, que sería el equivalente a las etiquetas de kilómetro cero, no contempla la creación de una denominación de origen.

Presidenta de una asociación claramente partidaria de la eliminación de masa vegetal, Compañón asegura que la campaña se plantea con «muy buena calidad», aunque no esconde su preocupación sobre «si se podrá recoger toda la uva» y, particularmente, si los precios serán dignos.

Según las estimaciones de ABRA, Rioja Alavesa ha pasado de tener 358 bodegas en 2015 a las 262  de 2023, con un descenso del 7,7 % en el número de viticultores. Entre las razones para llegar a esta situación, la asociación apunta la falta de oportunidad para los jóvenes y la reducción de los márgenes de la rentabilidad, provocados por la caída de los precios de la uva (que ha pasado de 1,19 € en 2027 a 0,71 € en 2022).  En su opinión, la producción a gran escala que permite el Consejo Regulador ha contribuido a esta crisis que afecta a los pequeños productores y ha «homogeneizado» los productos.