Cada ciudadano de Logroño dedica setecientos euros a abonar los impuestos que reclama el Ayuntamiento de la capital riojana. Una cantidad que se sitúa tan solo cinco euros por debajo de la media del conjunto de capitales españolas, alejada de los 1.001 que ingresa Madrid y del 978 de Barcelona por cada uno de sus residentes y también lejos de los 435 euros que el Consistorio de la capital navarra exige a sus vecinos. Son datos del Panorama de la Fiscalidad Local 2024 que ha presentado esta mismo semana el Consejo General de los Economistas de España y profundiza en la capacidad impositiva de las administraciones locales, al margen de los pagos que se realizan a comunidades autónomas y al Estado.
El informe, cuya última edición se publicó en 2018, llama la atención sobre la diferencia de 566 euros entre madrileños y pamplonicas y el amplio abanico de cantidades impositivas que se abren a lo largo ancho de la geografía española. Así, en una línea similares a la recaudación del Ayuntamiento de Logroño, se encuentran los consistorios de Sevilla, A Coruña, Lugo o Salamanca.
De esta forma, el peso de la recaudación municipal de la capital riojana se la llevan de forma mayoritaria la impuestos directos (396,8 euros por habitante) y las tasas (248 euros).
Por otro lado, el Consejo General de Economistas se sumerge también en el desglose de los diferentes impuestos de carácter municipal para referirse al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) como el que genera una mayor recaudación en las arcas públicas municipales. A pesar de las diferencias que también se registran en función de las ciudades, otorga al IBI un peso medio del 66% para el conjunto de las capitales de provincia.
En este sentido, los Economistas reflejan también las modificaciones que ha sufrido este impuesto desde el año 2018 (última edición del informe) hasta 2023. De esta forma, Logroño se encuentra entre las ocho ciudades en las que el IBI ha experimentado subidas en estos cinco años con un 10% tomando como referencia un valor catastral de 100.000 euros. Es cierto, siempre en base al citado informe, que la capital riojana es la séptima ciudad donde mas ha crecido el IBI, pero se encuentra muy lejos del 98% de incremento que proyecta Girona o del notable descenso del 95% que refleja Palma de Mallorca.
Por otro lado, las tasa municipales constituyen otra importante fuente de ingresos para las administraciones públicas locales y, de nuevo, se generan importantes diferencias entre las capitales españolas no solo en las cantidades a abonar por habitante, sino en la modalidad de las mimas.
De norte a sur. Así, cada ciudadano de San Sebastián paga 364,6 euros en concepto de tasas municipales mientras que a un ciudadano de Badajoz le sale considerablemente más económico ya que con 51,4 euros cumple con sus obligaciones municipales. Un capítulo en el que Logroño se alza en la posición número trece con 248 euros por vecino, en una línea similar a la que proyectan Ourense y Burgos y por encima de una media nacional que queda fijada, según los Economistas de España, en 204 euros.
El principal problema del amplio abanico de tasas, y su diferente cuantía, tal y como analiza el informe en sus conclusiones, lo sufren «las empresas que operan en diferentes municipios» por lo que el Consejo «plantea una regulación básica de estos tributos».
El Impuesto sobre Construcción pierde peso y supone solo un 6% de los ingresos municipales
La recaudación municipal de Logroño procedente del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) ascendió al cierre del pasado ejercicio 2023, a 7,9 millones de euros lo que supone un 11,6% de los ingresos del Consistorio logroñés entre impuestos y tasas, lo que supone 34,7 euros por logroñés. De nuevo, y como en la práctica totalidad de los casos, existen diferencias, algunas notables, entre las diferentes capitales españolas.
En muchas de ellas, tal y como describe el informe, el IVTM no alcanza ni el 10% de la recaudación total si bien, en Bilbao supone algo más del 18% y en Pamplona y Vitoria el 16,4% y el 15,6% respectivamente.
Por otro lado, el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) supone el 7,7% de los ingresos municipales de la capital riojana. En términos absolutos, 5,2 millones de euros.
El Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) supone para el Consistorio logroñés unos ingresos, al cierre del pasado ejercicio de algo más de 4 millones de euros con un peso del 6% entre la totalidad de impuestos y tasas municipales. Se trata de un impuesto que tuvo un peso considerable durante el boom inmobiliario pero que tras la crisis, allá por el año 2008, pasó a disponer de protagonismo mínimo. La potestad municipal en este sentido, ha llevado a numerosas administraciones locales de las ciudades españolas a fijar el tipo impositivo máximo del 4% si bien, Logroño proyectó en 2023 un tipo sensiblemente inferior del 3,07%, entre las capitales de provincia con menor carga en el Impuesto sobre Construcciones.
por debajo del 4%. Todo ello se traduce también en que la capital riojana sitúa la cuota tributaria del ICIO para el coste real de una obra entre las más bajas de España. Amodo de ejemplo, para una obra de 100.000 euros, la cuota quedaría fijada en 3.070 euros, por debajo de los 4.000 de Alicante, que aplica el 4%, y por encima de los 1.800 euros de Tenerife que establece su ICIO en el 1,8%.