La Justicia riojana arrastra una década situada entre las regiones españolas que perores resultados proyectan en la tasa de congestión, es decir, en la suma de asuntos pendientes en un periodo de tiempo determinado más los ingresados en ese mismo espacio temporal y a los que se restan los casos resueltos en ese mismo periodo siempre en base a los datos publicados año a año por el servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
A la espera de conocer el balance del primer semestre del presente año (que previsiblemente se hará público hoy lunes), La Rioja no aventura, una vez más, buenos resultados si se atiende a la congestión que arrastran históricamente sus servicios judiciales en comparación con el resto de comunidades autónomas. Hay que tener en cuenta que un órgano, jurisdicción o territorio está en mejor posición en este sentido cuanto menor sea su tasa de congestión. En este caso, tan solo Murcia (2,01) y Castilla La Mancha (1,95) reflejan perores resultados que la Comunidad riojana (1,86) al cierre del pasado ejercicio.
Evidentemente, La Rioja, junto a otras cuatro autonomías, se sitúa por encima de la media española.
Datos todos ellos que evidencian una evolución negativa para la carga de la Justicia en general si se analiza la misma situación hace una década. Allá por el año 2014, la tasa de congestión media en España era del 1,3, y sin embargo, de nuevo Murcia, Castilla La Mancha y La Rioja se situaron en las peores posiciones superando ligeramente la media nacional con una tasa de congestión de 1,4. La misma situación se repite en 2015 con la salvedad de que Galicia también se suma a las peores posicionadas.
Ya en 2019, año de referencia previa a las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia del covid-19, la tasa de congestión en la Justicia riojana queda establecida en el mismo nivel de la media española (1,46). Un ejercicio judicial que fue mejorando a lo largo del año y que el primer trimestre se situaba en 2,61.
Dejando atrás los años de la crisis sanitaria, 2022 devuelve a la Comunidad riojana a las peores posiciones de España, tan solo por detrás, de nuevo, de Murcia y Castilla La Mancha, y con la misma tasa que Baleares (1,55). Y de nuevo, por encima de la media nacional (1,52).
Un contexto judicial que, décimas arriba o abajo, se viene repitiendo a lo largo de la última década tomando como referencia los datos publicados de forma periódica por el Consejo General del Poder Judicial.
«Luces y sombras». El propio Javier Marca, presidente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) se refería al pasado ejercicio judicial como «un año de luces y sombras». Dicho de otra forma, el volumen de ingresos creció y el número de asuntos resueltos descendió, por lo que se incrementó el número de asuntos en tramitación durante 2023.
Buena parte de la responsabilidad de esta situación de congestión judicial tiene su herencia en las huelgas de secretarios y letrados de la Administración de Justicia que tuvo una de sus mayores incidencias en La Rioja.
Todo ello, y aquí surgen las luces, en un contexto en el que la Comunidad autónoma se mantiene entre las regiones con menores índices de litigiosidad y de denuncias por violencia de género.
En cualquier caso, y al margen exclusivo de los datos de 2023, el catarro judicial mantiene a La Rioja en las peores posiciones en su comparación autonómica.