"La sociedad tiene más cultura sobre el cuidado animal"

David Hernando Rioja
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Uno de los dueños del centro canino El Olivar, Valerio Briones, asegura que tener un perro no es una «limitación»

Carmen y Valerio Briones junto a dos de los perros que tienen hospedados ahora mismo en su guardería canina - Foto: Ingrid

Las guarderías caninas son un negocio que están cada vez más en auge. Uno de los motivos de esto es que los riojanos y riojanas adoptan o adquieren muchos más perros para tenerlos en sus viviendas y que les hagan compañía. 

Una de estas guardarías es el centro canino El Olivar, que lleva abierto desde el año 2005. Actualmente está dirigido por los hermanos Valerio y Carmen Briones.

Valerio cuenta que los primeros años fueron difíciles para su familia, ya que «estaban desde primera hora de la mañana hasta primera hora de la noche». «Se comía y se cenaba en las instalaciones todos los días porque había que sacar esto adelante como fuese», recalca.

Recuerda que hace 19 años no había casi guarderías caninas, ni conocimiento ni filosofía a la hora de tratar y cuidar a un animal. «Antes se vivía a base de favores, es decir, se iban de vacaciones y le pedía el favor al vecino y al familiar», comenta este cuidador.

La parte positiva es que ahora la sociedad tiene más cultura sobre la educación animal, el cuidado y los derechos de los animales. «La gente sabe lo que es una guardería canina y lo ha normalizado, así que hoy en día, tener un perro no es una limitación porque tu puedes marcharte el fin de semana sabiendo que tienes este servicio», destaca.

Su hermana Carmen señala que el perro es un miembro más de la familia. «Igual que se planifica el campamento de un hijo, la guardería del perro también. Aunque es verdad que cada vez hay una mayor conciencia sobre esto», indica.

Servicios. El centro cuenta con un total de 42 habitaciones y ofrece muchos servicios. Las habitaciones se friegan y se secan, se cambian los cuencos de comida y agua, y se les deja salir a una amplia zona verde para que corran, jueguen o descansen al sol. También se les asea diariamente.

Las actividades con los perros dependen de cada uno de ellos. «Hay algunos muy mayores que les gusta ver el sol, oler y tumbarse a la sombra del olivo, y otros más jóvenes que quieren jugar y te demandan la pelota», detalla.

Valerio cuenta que el perfil de las personas que usan su guardería es distinto. Indica que hay muchos jóvenes porque «ahora se tiene antes un perro que un hijo, ya sea por trabajo, tiempo o economía». También vienen personas mayores que han cogido al perro para el hijo, pero este se ha ido de casa y se lo han quedado ellos.

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