El casco antiguo suma 33 vecinos tras perder 700 en diez años

R. Muro
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El Consistorio ve un cambio de tendencia que se manifiesta en toda la ciudad. Incluso la plaza del Mercado gana seis vecinos a lo largo del ejercicio 2024. El número de nacimientos también aumenta después de 14 años de caídas

El casco antiguo suma 33 vecinos tras perder 700 en diez años - Foto: Carlos Caperos

El Logroño 2024 ha dejado al cierre de ejercicio una serie de datos que  apuntan a un cambio de tendencia a juzgar por los datos que arrojan diferentes variables demográficas. Un cambio de tendencia, con permiso siempre de la influencia de los caprichos de carácter social y económico, que aprecian también desde el propio Consistorio logroñés. Y además, alguna de estas variables se evidencia de forma positiva en un casco antiguo aquejado en los últimos años de un éxodo poblacional. Una pérdida de vecinos que el pasado año se revirtió, tímidamente eso sí, pero que por fin muestra datos positivos en cuanto al número de residentes, alrededor de los tres mil.

La zona histórica de la capital riojana sumó 33 nuevos vecinos en una veintena del poco más de medio centenar de calles que conforman el área más antigua de la ciudad. Hay que tener en cuenta que en 2023 tan solo cinco vías sumaron algún vecino en un saldo que también ofrecía datos considerablemente negativos. 

Así, la calle Herrerías, mantiene su tendencia al alza, suma nueve vecinos y se sitúa ya en 234 residentes. Precisamente, una de las zonas del barrio más antiguo de la ciudad en la que más vivienda se ha construido. También se suman al carro de la positividad poblacional Bretón de los Herreros, Marqués de San Nicolás, Sagasta, Ruavieja, Rodríguez Paterna y otras de menores dimensiones como la calle Albornoz, El Coso o la calle de la Merced, por citar algunas.

Mención al margen merece la plaza del Mercado, que en un contexto positivo, también suma población a pesar de las largas noches de ruidos, terrazas y orines de fin de semana. Seis vecinos acuden a la llamada de esta zona singular del casco y plantan su residencia en el centro neurálgico de la historia logroñesa. En 2023, la logroñesa y céntrica plaza perdió 17 vecinos. 

El crecimiento de población de la zona histórica en 2024 (33 residentes), siempre en base a los datos que se desprenden de la memoria anual del Ayuntamiento, puede parecer insignificante si bien, adquiere cierto valor si se tiene en cuenta que entre 2013 y 2023, el casco antiguo perdió cerca de setecientas personas.

En cualquier caso, la capital riojana ganó 968 personas censadas a lo largo del pasado ejercicio que se fueron asentando en los diferentes distritos de la ciudad, tal y como expresa Íñigo López Araquistain, concejal de Urbanismo, Espacio Público y Ciudad Circular del Ayuntamiento de Logroño. 

Es sin duda, otro dato que invita a pensar en el ya mencionado cambio de tendencia. Y los datos lo avalan. La capital riojana arrancó el nuevo siglo con 133.272 vecinos censados allá por el año 2000. Ya en el 2011, la ciudad marcó su pico máximo de población llegando a los 153.550 residentes. Se mantuvo por encima de las 153.000 personas también en 2012 si bien, a partir de esa fecha inicia un camino descendente hasta fijar una población ligeramente por encima de los 150.000 residentes durante y después de la pandemia del covid-19.

Así, en 2024 Logroño vuelve a superar la barrera de los 152.000 vecinos después de ocho años. Otro dato que desde el Consistorio se valora como parte significativa de un cambio de tendencia generalizado en la demografía de la ciudad.

Pero hay más. El índice de natalidad en la capital riojana cae desde el año 2010 cuando se contabilizó el pico máximo del actual siglo con 1.605 nacimientos. Todo ello, teniendo en cuenta entre el año 2000 y 2021 el citado índice se mantuvo siempre por encima de los mil nuevos bebés en un año.

Catorce años de descensos. El número de nacimiento va cayendo así desde el ejercicio 2010 hasta alcanzar su índice mínimo en el 2023 con 824 nacimientos. Pues bien, el pasado ejercicio, la capital regresa de nuevo a índices positivos con 922 nuevos nacimientos después de nada menos que catorce años. 

Ahora bien, se ha revertido la tendencia a la baja de los nacimiento, no el saldo vegetativo ya que las defunciones se mantienen por encima de los nacimientos (479 más). 

Una serie de variables que, de la mano, apuntan a ese cambio de tendencia al que se refiere López-Araquistain y que, desde luego, se observa con buenos ojos desde la Casa Consistorial puesto que puede ser un indicar de que Logroño ofrece atractivos.

Por continuar con los datos que ofrece la memoria estadística municipal, la edad media en la ciudad es de 45,21 años; 35.109 personas disponen actualmente de 65 o más años y 24.609 personas disponen de menos de 18 años.

De la misma forma, el 49% de la población es nacida en Logroño; el 13% en algún municipio de la propia Comunidad riojana; el 20% es de otras regiones españolas; y el 18% es extranjero y con una media de edad de 35 años.

Calahorra y arnedo miran a Logroño

Hubo años, coincidiendo fundamentalmente con la escalda de precios de la vivienda allá por el ejercicio 2008 que fue notable la salida de logroñeses hacia localidades vecinas como Villamediana de Iregua o Lardero en busca de promociones de vivienda más ajustadas al bolsillo. Es una tendencia que en estos dos casos se mantiene, es decir, salen más vecinos de la capital que los que llegan de estos dos localidades del área metropolitana. Ahora bien, el cómputo total de residentes en municipios riojanos que se instalan en la ciudad juega a favor de Logroño. 

Así lo constata también Íñigo López-Araquistain, y no tanto en la relación de Logroño con sus municipios más próximos, que sigue jugando prácticamente en todos los casos a favor de éstos últimos. Ahora bien, el crecimiento poblacional de la ciudad obedece en gran medida a la llegada de vecinos de otras localidades riojanas. A modo de ejemplo, en 2024 se asentaron en Logroño 79 exvecinos de Calahorra por 30 de la capital que se instalaron en la ciudad de Rioja Baja.

Otros 63 arnedanos decidieron iniciar su vida en Logroño por 27 logroñeses que emprendieron el camino contrario. Si miramos a Rioja Alta, 43 jarreros eligieron la capital para asentar su residencia y en cambio, 29 vecinos de la capital optaron el pasado ejercicio por instalarse en Haro.

otras regiones. Una serie de movimientos que también se propician con otras comunidades autónomas. De esta forma, llegaron a la capital riojana 194 alaveses mientras que 132 riojanos decidieron instalar su nueva vida en Álava. También se censaron en la capital riojana a lo largo del pasado ejercicio 2024 un total de 147 barceloneses mientras que 134 logroñeses trasladaron su residencia a la Ciudad Condal. Y también llegaron 323 navarros mientras que salieron 210 logroñeses hacia tierras forales. 

Todo ello, según López-Araquistain, configura el crecimiento poblacional de Logroño en cerca de mil vecinos más.