La Mesa del Congreso, en la que el PSOE y Unidas Podemos tienen mayoría, ha decidido personarse en el procedimiento abierto en el Tribunal Constitucional sobre el recurso de amparo del PP contra la tramitación de las enmiendas de la ley de sedición destinadas a la renovación de este órgano y lo ha hecho con el aval de los servicios jurídicos y pese a la oposición del PP y Vox.
Según han explicado fuentes parlamentarias, los 'populares' y los de Santiago Abascal han mostrado su rechazo a la personación de la Cámara que ya anticipó a última hora de lunes la propia presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quien defendió la actuación de la institución y mostró su deseo de que la Cámara sea "oída" cuanto antes en el TC.
Además, el propio TC, en la resolución emitida este lunes, emplazaba al Congreso a comparecer en el procedimiento en calidad de demandado y le daba un plazo de diez días para hacerlo.
Recibida la notificación del tribunal de garantías, y tras al debate suscitado en el seno del órgano de gobierno, la Mesa de la Cámara ha optado, con el aval de los servicios jurídicos de la institución, por tomar parte en el procedimiento para poder defender la autonomía del Congreso y su función legislativa.
Defender la autonomía parlamentaria
Desde Unidas Podemos tanto la vicepresidenta tercera, Gloria Elizo, como el secretario primero, Gerardo Pisarello, han defendido la personación de la Cámara y los términos de la declaración nocturna de Batet.
Para Elizo, el Congreso debe defender su actuación ante el TC presentando unas alegaciones que deben tener como base "la estricta legalidad vigente", lo previsto en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y la propia "división de poderes que existe en un país democrático".
"El Congreso tiene que comparecer, todos esperamos que esa comparecencia signifique la defensa clara de la autonomía parlamentaria y se denuncie con claridad que se ha atropellado la inviolabilidad del Parlamento. Si han vulnerado derechos han sido los de la mayoría de diputados que querían que esta norma saliera adelante", ha remarcado Pisarello en rueda de prensa.
Batet iba 'por libre'
De su lado, tanto el PP como Vox se han quejado de que Batet compareciera para hablar en nombre de la Cámara sin haber reunido siquiera a la mesa del Congreso. Así lo ha denunciado en rueda de prensa la portavoz 'popular', Cuca Gamarra, quien ha hecho extensiva esa crítica al presidente del Senado, Ander Gil, con el mismo argumentos.
Y en términos similares se ha expresado durante la reunión de la Mesa, el vicepresidente cuarto, Ignacio Gil Lázaro, único representante de Vox. En concreto, ha cargado contra Batet por pronunciar una declaración institucional "con una solemnidad escénica y verbal" propia de quien se está pronunciando "en nombre del Congreso" pese a que no había consultado previamente a ningún órgano de la institución.
Además de recriminarle que se "arrogase la opinión institucional de la Cámara" sin contar con el aval de ninguno de sus órganos, Gil Lázaro ha echado en cara a Batet que avanzara su intención de que la Cámara se personase en el procedimiento cuando esa decisión sólo corresponde adoptar a la Mesa del Congreso.
"La declaración de la Presidencia antepuso, pues, un interés de parte a su condición arbitral de representación del conjunto de la Cámara, situándose con sus palabras frente a los recursos legítimos de amparo interpuestos por PP y Vox que son la segunda y tercera fuerzas políticas en el hemiciclo por decisión de las urnas", ha protestado Gil Lázaro.
El diputado acusa a Batet de haber utilizado "un tono de parte" al expresar su "parece unipersonal" y de haberlo hecho con afirmaciones "manifiestamente inciertas" como la de que tras la decisión del TC "un sólo diputado" podría paralizar una ley presentado un recurso de amparo ante el alto tribunal.
También Ciudadanos, que no tiene representación en la Mesa del Congreso, ha criticado a Batet y Gil. Ha sido la líder del partido 'naranja', Inés Arrimadas, quien ha acusado ha la presidenta del Congreso de "defender al Gobierno en lugar de a los diputados", una actitud que ha achacado también al presidente del Senado.