El que espera...

Feli Agustín
-

Un total de 32 de los 123 trabajadores siguen en ERTE, decepcionados con lo que entienden escaso apoyo del Gobierno

Dos trabajadores cargan mercancía en un camión. - Foto: Óscar Solorzano

Es una situación extraña, porque formas parte de la plantilla, pero vas a estar dos años sin trabajar;algunos no volverán». Así se expresa Carlos Solana, presidente del comité de empresa de calzados Fal, que mantiene a 32 de sus 123 trabajadores en situación de ERTE, expediente de regulación temporal de empleo, debido al incendió que devastó la nave principal el pasado 1 de diciembre.

Solana confirma que son los trabajadores más veteranos, «de 50 y muchos y sesentaytantos, algunos con una antigüedad de más de 40 años» en la fábrica los que  no han vuelto al tajo, varios de ellos muy cercanos a la jubilación, por lo que no estrenarán la nueva planta. El resto -salvo quienes se encuentran de baja médica- se han ido incorporando progresivamente a sus puestos de trabajo, aunque se encuentran desperdigados por diferentes ubicaciones.

En la nave anexa a la que se incendió en diciembre, en el polígono Raposal de Arnedo, están trabajando seis personas, 22 compañeros,  a turnos de mañana y tarde, en una de las naves dedicadas a la producción y una docena en la  otra,  -en Quel y Arnedo, de Art Company y Pitillos-, mientras  los empleados de oficina, logísticas, calidad o diseño que se incorporaron al trabajo días después del suceso, se ubican en una nave de Robusta. 

El presidente del comité de empresa vaticina que hasta que las  nuevas líneas no estén en funcionamiento no se incorporará el grueso de la plantilla sometida a ERTE, decepcionada con el Gobierno de La Rioja, a quien solicitó una cuantía que compensara una nómina  que se ha reducido significativamente,  a imagen y semejanza de la medida que adoptó el Gobierno de Castilla- León tras el incendio de la fábrica de Campofrío . «Nos dieron bastantes esperanzas, que no se llegaron a concretar», reflexiona Carlos Solana, que estima que la intervención de la consejera de Economía, Belinda León, el pasado 9 de mayo en el Parlamento, cuando confirmó que no iba a haber ayudas directas estuvo trufada de «medias verdades y alguna mentira».

«No estamos pidiendo la ayuda solo para nosotros, sino como medida que se consolide para próximas ocasiones si suceden sucesos similares», argumenta el representante de los empleados de Fal.