Como un símbolo del ave que resurge? de sus cenizas, la empresa arnedana de calzados Fal anunció el lunes que plantará hasta 1.800 árboles en su Bosque Chiruca, ubicado en Bergasa, para compensar el 100% de las emisiones de CO2 -la firma ha calculado que emitió 416,46 toneladas- generadas por el voraz incendio que destruyó sus instalaciones en Arnedo.
Paralelamente, esta misma semana comienza la cimentación de la nueva factoría, más moderna y tecnológicamente más puntera, que ha de ocupar la que fue devorada por el fuego el pasado 1 de diciembre y que, es voluntad de sus propietarios, inaugurar el próximo 6 de abril, fecha en la que fabricante de, tal vez, la marca de calzado más conocida en nuestro país, Chiruca, cumple 60 años.
Solo tres días después del voraz incendio, la empresa ya anunció el objetivo de retomar la actividad cuanto antes, un deseo que materializó un par de meses después gracias a la colaboración de otras firmas de calzado, que les han cedido instalaciones;su actual horizonte es estar de nuevo trabajando en la nueva fábrica solo 16 meses después del siniestro.
Esta es, al menos, la intención de la propiedad, voluntad que ha expresado al renovado comité de empresa, con quien mantiene reuniones de carácter mensual para informarles de la marcha de los acontecimientos. Carlos Solana, el presidente del comité, confirma el propósito de la compañía de estrenar en primavera sus nuevas instalaciones, cuyo esqueleto espera levantar en un espacio de tres o cuatro meses, para equipar después las instalaciones durante los primeros compases del año 2025. La inversión, para esta primera fase, que también prevé la urbanización de la parcela donde se ubica la nave que se salvó del fuego, se eleva a 3,2 millones de euros.
La compañía, líder en la fabricación y comercialización de calzado de montaña y de seguridad, podrá así arrancar en sus instalaciones la actividad productiva que ahora desarrolla en una planta cedida por Art Company en Quel, en una antigua fábrica de Pitillos en el polígono Planarresano de Arnedo, y en la nave contigua a la que ardió hasta los cimientos el pasado diciembre, destinada al almacenamiento de producto terminado.
Las estimaciones de la compañía, de carácter familiar, apuntan a que medios externos están alcanzado una producción del 75% de las chirucas, botas que se manufacturaban en la planta que ardió; mientras que el volumen de fabricación de calzado de seguridad, que se ejecuta en las naves cedidas, ronda el 80%.
Solana explica que la firma proyectó el pasado mes de mayo en el Centro Tecnológico del Calzado un audiovisual sobre las nuevas instalaciones, que mantiene la estructura de la anterior planta, pero que incorporará los medios más vanguardistas para alcanzar, al menos, los 6.000 pares diarios que fabricaba antes del accidente.
PIER. Calzados Fal, que ha contado desde el principio el apoyo del Gobierno -el presidente Gonzalo Capellán visitó el lugar del siniestro el mismo día que se desató el incendio y se comprometió a «trabajar juntos para salir adelante»- ha logrado del Ejecutivo la declaración de Proyecto de Interés Estratégico Regional (PIER), que respondió afirmativamente a la petición de la fabricante de calzado. Así lo informó en el transcurso de un pleno de la Cámara regional celebrado el 9 de mayo la consejera de Economía, Belinda León, en respuesta a una propuesta no de ley planteada por los grupos parlamentarios de PSOE y Podemos-IU.
León destacó que, con este PIER, la empresa riojana podrá acogerse a distintas medidas beneficiosas para su actividad, como es un impulso preferente y urgente en los trámites ante cualquier administración pública y órganos del sector público de la comunidad autónoma, como pueden ser también las primas de intensidad a las inversiones, aunque no prevé subvenciones que, de momento, no se ha confirmado que recibirá.
Eran las 02.16 horas del viernes 1 de diciembre cuando se iniciaba un incendio en una de las principales empresas del país en la fabricación de calzado de seguridad y de montaña, ubicada en el polígono El Raposal de Arnedo, que asoló la nave principal, de 14.000 metros cuadrados, calcinando maquinaria y materiales.
El despliegue de recursos fue inmediato y coordinado, lo que no impidió que el Ayuntamiento pidiera a los vecinos de Arnedo, muy afectados por lo sucedido, que se mantuvieran en sus domicilios ante la calidad del aire debido a los gases que se desprendían del material incendiado, muy inflamable.
Trabajadores del ámbito administrativo de las áreas de ventas, contabilidad o calidad, que tratan con proveedores o clientes, volvieron al tajo, el 12 de diciembre, en unas instalaciones alquiladas en la cuesta Santiaguillo, en la carretera de Quel, que un día ocupó Robusta.
A mediados de enero de este años se confirmó que el incendio no había sido provocado y se inició la limpieza del solar;el 6 de febrero comenzó el derribo, unos días después de que entre 12 y 15 de sus empleados comenzaran a trabajar en las instalaciones queleñas de Invulsa (The Art Company).
La compañía inicia ahora la construcción de la nueva nave reafirmado su afán, como reza uno de los lemas de Fal, de comenzar, de nuevo a seguir caminando 50 años juntos.