Aunque el Real Unión fue uno de los diez fundadores de la liga, hace casi un siglo, la trayectoria en los últimos años de los iruneses y de la Unión Deportiva Logroñés ha seguido vías paralelas. Ambos han militado, brevemente en Segunda (en la 20-21 los riojanos, en la 2009-10 los iruneses, la primera de existencia de la UDL) y los dos comparten temporada tras temporada objetivos ambiciones. Sin embargo, en esta ocasión tanto el equipo de Sergio Rodríguez como el de Iñaki Goikoetxea se asoman al abismo de la Segunda RFEF.
Los paralelismos continúan porque los dos clubes han devorado ya a dos entrenadores (Albert Aguilà y Natxo González en el caso logroñés mientras que Zulaika y Movilla también fueron destituidos del banquillo guipuzcoano) en una temporada de lo más irregular.
Hasta la primera vuelta, la UDLno conocía la victoria en el Stadium Gal. El 0-3 con el que se despacharon los de Albert Aguilà puso fin a esta mala dinámica pero, por desgracia, no tuvo continuidad ya que los blanquirrojos solo han festejado cuatro triunfos desde entonces (Baleares, Sabadell, Alcoyano y Osasuna Promesas).
Es en el Municipal donde los riojanos han mostrado su mejor versión ante los guipuzcoanos. El pasado año los de Mere Hermoso se impusieron, sin alharacas, con gol de Dubasin. Pero el encuentro que seguramente cambió la trayectoria de la entidad blanquirroja tuvo lugar el 30 de septiembre de 2018. Sergio Rodríguez se jugaba su continuidad y los goles de Marcos André y Rubén Martínez contribuyeron a apagar una incipiente crisis. Los jóvenes Bobadilla, Víctor López, Juan Iglesias y el punta brasileño iniciaron ante el Real Unión su despegue en una temporada histórica de la UDLque alcanzó su récord de puntos (2ª con 72) pese a que en las primeras cinco fechas solo logró tres empates.
Perso eso forma parte de la historia y el presente es de lo más acuciante. El ganador el domingo (Las Gaunas, 16 horas) tomará aire en una recta final cargada de urgencias. El cuadro irunés llega con el agua al cuello tras caer goleado por 1-5 con el Real Murcia, manita que agrava su condición de equipo más goleado. Pese a las carencias clasificatorias de los iruneses, los logroñeses parten de más lejos. Si el Real Unión tiene la permanencia a tres puntos (distancia que le separa de Intercity, Baleares y La Nucía), los riojanos están a nueve y tienen que remontar al propio Real Unión (34)y al Sabadell (36).
El encuentro será especial para Miguel Santos, capitán en el ascenso en La Rosaleda y que desde la pasada temporada defiende los intereses del Real Unión.También para el delantero Nacho Sánchez, autor de once de los treinta goles de los iruneses. El extremo, crecido en Logroño, militó en el juvenil de la UDL antes de iniciar un exitoso periplo en tierras sorianas.
Riojanos y vascos luchan por un salvavidas para aferrarse a la Primera RFEF. Su permanencia en la tercera categoría está comprometida. El objetivo de ambos es evitar el hundimiento aunque tanto la UDLcomo el Real Unión son conscientes de que el futuro puede unirles de nuevo no ya en Primera RFEF sino en la cuarta categoría, circunstancia que complicaría y mucho el horizonte de ambos. Calahorra, penúltimo, y Bilbao Athletic, colista, también asumen que la campaña 23-24 puede estar cargada de rivales de nivel en el Grupo 2 de Segunda RFEF).
La peor defensa del grupo. Si la falta de gol persigue a la UDL, el gran problema del Real Unión es su permeabilidad defensiva. El bloque irunés ha encajado 44 goles, lo que le convierte en el equipo más goleado del grupo, empatado con el Athletic B. Jon Irazusta, santo y seño del Real Unión, ha recibido 40 en 29 partidos mientras que el sub'23 Joel Jiménez ha encajado cuatro en los dos encuentros en los que fue titular.