La Rioja registra 172 accidentes de tráfico con animales

El Día
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Se trata de un 46,2 por ciento del total de siniestros en lo que va de año, de los cuales 40 han sido provocados por especies silvestres

Imagen de una señal detectora de la presencia de animales en la calzada, instalada en la carretera de Baños de Río Tobía. - Foto: El Día

Los accidentes viarios en La Rioja con animales involucrados ascienden a 172 en lo que va de 2024, en concreto hasta el pasado 6 de mayo, un 46,2 por ciento del total de siniestros de este año, de los que 40 han sido provocados por especies silvestres.

Así lo ha afirmado este viernes la directora provincial de Tráfico de La Rioja, Beatriz Zúñiga, durante su comparecencia en la Comisión de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación del Parlamento de La Rioja.

Zúñiga ha precisado que, de estos 172 accidentes en vías de tráfico interurbanas con animales involucrados, en 3 ha habido víctimas, y se dividen en 74 incidentes en carreteras de titularidad estatal y 98 en el ámbito autonómico.

Ha detallado que las carreteras autonómicas en las que más accidentes con animales ha habido hasta la fecha en 2024 han sido la LR-123 con 16 animales; la LR-111 con 10; la LR-113 con 7; y la LR-115 con 7.

En 2023, ha proseguido, en La Rioja hubo 1.117 accidentes en vías interurbanas, de los que 491 tuvieron a animales implicados, un 44 % del total, y, de ellos, solo 5 contaron con víctimas registradas.

El error humano en los accidentes

Durante su intervención, se ha referido a que desde la Dirección General de Tráfico (DGT) se trabaja para implantar el llamado "sistema seguro", que ya se fomenta "a nivel europeo".

Este sistema seguro "indica que ha de partirse de la premisa de que, en cuanto al ámbito de la seguridad vial, los conductores cometemos errores, y la idea es que el sistema de movilidad debe estar preparado para minimizar las consecuencias de los accidentes", ha precisado.

Ha concretado que "la idea es que, cuando uno de los pilares falle por el factor humano, de modo compensatorio se intente evitar que haya heridos graves, muertos y otras consecuencias graves en el ámbito de la siniestralidad".

Es decir, "se asume que existe un error humano inevitable, pero hay que intentar, por el diseño de las infraestructuras, que las muertes y lesiones sean lo menos graves posibles aunque ocurran estos accidentes", ha remarcado.

Ha incidido en que, mediante este sistema, "se acepta que existe el error humano, pero se intentan minimizar las consecuencias" del mismo mediante la evaluación de los riesgos inherentes.