Taquio Uzqueda

Desde mi tablero

Taquio Uzqueda


Fijo discontinuo

10/05/2024

Cuando los de la capital íbamos a fiestas a algún pueblo y decíamos algunas palabras 'finolis' enseguida había algún señor que te decía: 'chiguito, al pan, pan y al vino, vino', refiriéndose a que había que llamar a las cosas por su nombre, su nombre común se entiende. Ahora, de repente, estamos oyendo palabras que aunque estén en el diccionario nunca se habían usado como expresión normal de las cosas que nombra.

La moda, creo, que la han destapado los políticos, aunque quién sabe igual han sido los publicitarios, que también hablan raro, aunque estos últimos para darse 'el pote' más bien hablan en inglés. Tenemos ejemplos extraordinarios, como ese de las 'soluciones habitacionales' que dijo una ministra de vivienda del PSOE, para hablar de los pisos que es como siempre se han llamado, o también casas o viviendas, pero 'soluciones habitacionales' no lo decíamos ni los que estudiamos Decoración, que entonces éramos los más 'pijos' de la Escuela de Artes y Oficios, diciendo palabras con cierto aire de modernidad, ya sabe usted, para parecer que entendíamos más que los demás… cosas de la juventud. O cuando oigo esa expresión de 'poner en valor'. Oiga usted, que aquí y en toda tierra de garbanzos eso era valorar, si en una de las redacciones que me ponía mi querido maestro Don José Luis en la escuela, se me ocurre 'poner en valor' algo, seguro que me hubiese puesto en valor un 'cate'.

Y últimamente estamos ya rizando el rizo, como por ejemplo 'economía circular' o para nombrar a los trabajadores 'fijo discontinuo', dos palabras antagónicas, como el agua y el aceite. Veamos… si soy fijo cobro todos los meses, si soy discontinuo no, ¿a dónde voy a comer?, lo mismo tengo que ir a su casa, señora ministra. Y la más obscena, la última ocurrencia del gobierno; hay terrorismo bueno y terrorismo malo. Me parece que esta última es la perversión total del lenguaje, aunque quién sabe, esperemos un poco, que igual se pueden inventar otra peor.