Investigadores de Murcia, Huelva, Madrid y La Rioja han hallado una huella fósil de un artrópodo, semejante a una cucaracha, que debió de medir en torno a un metro, en el yacimiento de La Sierra de las Cabras (Jumilla, Murcia), si bien no han podido identificarla con ninguno de los animales conocidos de este grupo de invertebrados, por lo que la han bautizado como Aenigmatipocus jumillensis.
El hallazgo ha sido publicado en el artículo científico A new enigmatic lacustrine trackway in the upper Miocene of the Sierra de las Cabras (Jumilla, Murcia, Spain), publicado el 16 de agosto de 2023, que firman en la revista Journal of Iberian Geology Eduardo Mayoral, de la Universidad de Huelva; Cayetano Herrero y Emilio Herrero, del Museo de Etnografía y Ciencias de la Naturaleza de Jumilla; Javier Martín-Chivelet, de la Universidad Complutense; y Félix Pérez-Lorente, profesor honorífico de la Universidad de La Rioja (UR).
Este descubrimiento es fruto del trabajo en equipo de estos investigadores. En concreto, el hallazgo y la limpieza del yacimiento corresponde a Cayetano Herrero y Emilio Herrero; mientras que Javier Martín Chivelet se ha encargado de estudiar la edad de los terrenos y el ambiente en el que se formaron los sedimentos; y de la investigación biológica, identificación y caracterización, Eduardo Mayoral.
Por su parte, Félix Pérez Lorente, profesor honorífico de la Universidad de La Rioja (UR), ha llevado a cabo la investigación paleoicnológica, es decir, el estudio de las huellas, la forma de desplazamiento del animal, así como la identificación como un ejemplar de artrópodo.
En este sentido, con las pistas que da la huella fósil no se puede deducir qué tipo de artrópodo es (hexápodo, octópodo o decápodo). Si bien, en el caso de disponer de 6 patas y tres fueron apoyadas en el suelo podría ser un blatodeo (cucaracha) de un metro de longitud. El animal tuvo que ser arrastrado estando inclinado por una corriente en un entorno lacustre o humedal muy poco profundo.
La huella fósil presenta un patrón que está formado por conjuntos de tres huellas o tríadas, paralelas, y dispuestas en grupos alternos. Cada huella presenta una depresión formada por un cuerpo central que es tres veces más largo que ancho, con las paredes rectas o ligeramente curvadas.
Al cotejar la huella encontrada con el resto de seres vivos y extinguidos no se ha encontrado, hasta ahora ningún resto fósil comparable (ni su equivalente actual), aunque los investigadores adscriben este ejemplar de Aenigmatipodus jumillensis, al grupo de los artrópodos.
Aunque los datos que aporta el conjunto de pisadas fósiles descubierto no permiten su asignación rotunda a un grupo determinado de artrópodos, es muy posible que el autor de la secuencia de huellas sea un tipo de cucaracha.