Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Los juegos del independentismo

30/09/2023

La segunda y definitiva derrota del candidato Alberto Núñez Feijóo, a su investidura como presidente del Gobierno y la asunción del papel de líder de la oposición abre la puerta para que lo intente Pedro Sánchez o a que se celebren nuevas elecciones generales el próximo 14 de enero. La coincidencia del Pleno sobre política general en el Parlamento catalán con la sesión de investidura ha venido a enmarañar más las negociaciones sobre el apoyo de los independentistas catalanes a mantener a Sánchez en La Moncloa. O a clarificarlas. Y según lo que ocurra en los próximos días las consecuencias para el conjunto del país serán unas u otras. Sánchez y la entente de ERC y Junts están jugando al  juego de la gallina y uno de los dos tendrá que frenar o asumir que se va a la repetición de las elecciones.

Si las negociaciones de los enviados del Gobierno y de Sumar respecto a la concesión de la amnistía a los implicados en el 'procés' se  habían mantenido dentro de una cierta discreción, hasta en el líder de ERC, Oriol Junqueras, dio por concedida la amnistía, las dos declaraciones del Parlamnet aprobadas por los grupos independentistas con la exigencia de que Sánchez debe concrete pasos para aprobar un referéndum de autodeterminación, acaban de aumentar las posibilidades de que se vaya a la repetición electoral. El acelerón independentista les aproxima al abismo, y juegan al todo o nada. En el endiablado resultado del 23-J ven la posibilidad de volver a septiembre-octubre de 2017, pero sin riesgos y dando un paso de gigantes hacia la secesión, si no aceptan que sus pretensiones son un desiderátum de imposible cumplimiento.

La repetición de las elecciones se va a convertir en una ruleta rusa de resultados impredecibles: con Feijóo crecido y bendecido por los dirigentes del PP y con vitola de político sensato aunque haya dejado pocas certezas sobre lo que sería su acción de gobierno y con el lastre de su vinculación indisoluble con Vox y los puentes cortados con el PNV; con los independentistas pretendiendo lo mejor que es enemigo de lo bueno y sin conseguir lo uno, el referéndum, ni lo otro, la amnistía, que rozan con los dedos; con el PSOE virando de rumbo y defendiendo la inconstitucionalidad de la amnistía y poniendo pie en pared por el referéndum de autodeterminación, y con Sumar con muchas cuentas pendientes por saldar.

Con el fracaso de Feijóo, se ha puesto en marcha el proceso para la repetición de las elecciones generales. Tras las resoluciones del Parlament es Pedro Sánchez el que tiene que decidir si actúa como Feijóo y se presenta ante Felipe VI para que le designe candidato a la presidencia del Gobierno, sin tener amarrados los apoyos suficientes; si todavía lo intenta para convencer a los indepes de que su referéndum es una línea roja imposible de traspasar, o si insiste en la amenaza explicitada por el líder del PSC, Salvador Illa, de volver a las urnas si antes no se ha pactado la investidura y los primeros años de legislatura a cambio de la amnistía, que ya tendrá un alto coste político para los socialistas.

El debate de investidura de Feijóo ha dejado el escenario político hecho un erial, no solo porque se haya realizado un debate de tierra quemada en todas las direcciones sino porque se han vertido insultos y amenazas crípticas y directas preocupantes por quienes prefieren la acción en detrimento del diálogo y antes de que entren en juego todos los poderes moderadores.