La Rioja precisa 2,4 planetas para nivelar el uso de recursos

R. Muro
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La Fundación Vida Sostenible mide por primera vez la huella ecológica de las regiones españolas. La Comunidad se sitúa por debajo de la media española con datos actualizados a 31 de diciembre de 2023

Varios vehículos circulan por la circunvalación de la capital riojana - Foto: Óscar Solorzano

La huella ecológica se ha acuñado ya, desde hace décadas, como un indicador de sostenibilidad con el objetivo de medir el impacto del modo de vida sobre el entorno. Son numerosos los estudios en este sentido que ponen de manifiesto la huella ecológica de los países, que en el caso de España, proyecta, según los datos recogidos por la Fundación Vida Sostenible, que nuestro país precisaría de 2,67 planetas como la tierra para soportar el consumo de recursos naturales. 

Sin embargo, la organización ha conseguido a través de su calculadora de huella ecológica, medir por primera vez el impacto de los ciudadanos en cada una de las comunidades autónomas a excepción de Ceuta y Melilla. Los datos obtenidos por la Vida Sostenible manejan un margen temporal que abarca desde febrero de 2018 hasta el 31 de diciembre de 2023. Así, la huella ecológica asignada a la Comunidad riojana refleja que serían necesarios 2,4 planetas como la tierra para hacer frente al consumo de los recursos naturales. Y eso, como matiza, Darío Montes, técnico de Vida Sostenible, calculando exclusivamente el impacto de los hogares.

Castilla La Mancha y Extremadura son las dos regiones españolas que peores resultados arrojan, ambas por encima de la media española, mientras que Canarias cierra la lista con 2,2 planetas. 

La calculadora de huella ecológica de la Fundación plantea en su encuesta una serie de preguntas vinculadas a la vida cotidiana, los modos de transporte, el consumo de alimentos o los sistema de climatización, todas ellas agrupadas en cerca de treinta preguntas.

Entre los datos desglosados por Vida Sostenible para la Comunidad autónoma, figura que cerca del 50% de los riojanos no precisan más de diez minutos para sus desplazamientos de carácter cotidiano, sin embargo, la calculadora cuantifica en un 11% los que usan el transporte público. Ahora bien,  los datos no diferencian entre desplazamientos en el seno de los grandes núcleos poblaciones como Logroño o Calahorra, y los más pequeños.

Por otro lado, y vinculado directamente con la edad del parque automovilístico, la encuesta de la Fundación refleja que entre los propietarios de vehículos, el 39% dispone de un coche con más de diez años y además, el 11% de los ciudadanos de la región realiza en solitario «muchas veces» sus desplazamientos. 

Señala también la calculadora de la Fundación que a fecha 31 de diciembre, tan solo el 9% del parque automovilístico de la Comunidad es eléctrico o híbrido. Datos todos ellos que no juegan a favor de la huella ecológica de La Rioja.

Por otro lado, algo más de la mitad de las familias riojanos han implementado sistemas de separación de residuos en sus propios domicilios. En este sentido, el 55% de los hogares disponen de «varios contenedores» para este fin. Es decir, casi la mitad de las viviendas de la Comunidad autónoma aún no disponen de la infraestructura necesaria para un correcto reciclaje de residuos. 

Datos personales. En el caso de la Comunidad, la calculadora de la Fundación Vida Sostenible se ha focalizado fundamentalmente en riojanos de 37 o menos años que suponen el 81% de los encuestados. El 19% de los que respondieron el cuestionario en el ámbito de la región disponen de unos ingresos superiores a los 40.000 euros anuales.

La región retiró del mercado 179 toneladas de producto agroalimentario entre 2018 y 2023

Son tres los pilares que influyen de manera sustancial en la huella ecológica desde la perspectiva de los ciudadanos, según la Fundación Vida Sostenible. Darío Montes alude, por este orden, al despilfarro en alimentación, el transporte y el uso de combustibles fósiles para la climatización de los hogares. 

En relación a la alimentación hay datos de una contundencia alarmante, que a juicio del técnico de la Fundación Vida Sostenible, «suponen una locura» tanto a nivel nacional como en el ámbito de la Comunidad riojana. Los datos del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación señalan que en el periodo comprendido entre 2018 y 2023 La Rioja retiró del mercado 179 toneladas de productos alimentarios debido, en la mayoría de los casos, a una inadecuada presentación o de forma puntual a saturaciones del mercado. Es más, el Ministerio que comanda Luis Planas traduce también esas toneladas de producto agroalimentario en agua de riego. Es decir, las 179 toneladas de alimentos descartados para su venta precisaron de 15.101 metros cúbicos de agua de riego, según la Universidad de Alicante.

Todo ello en un contexto de sequía que, sin ir más lejos, mostró su cara más ruda este pasado verano en los campos asentados en el valle del Iregua. A nivel nacional, valga como ejemplo que en estos últimos seis años se han retirado del mercado una medio de 70 millones de kilos anuales de frutas y hortalizas en todo el territorio nacional. 

Ahora bien, algo más d la mitad del producto retirada de la venta fue a parar a comedores sociales, un 33% se destinó a comida para animales y algo más del 12% fue a integrar la categoría de otros usos, es decir, plantas de compostaje, biodegradación o a centros de tratamiento de residuos autorizados, entre otros.

En el caso del sector vinícola,  los argumentación del informe alude también a un cambio de hábitos en el consumidor. Es decir, a temperaturas más elevadas, mayor consumo de blancos y rosados que de tintos con madera. Nuevos hábitos que también influirían en un consumidor que busca productos con buena imagen.