Sergio Rodríguez (Logroño, 1978) afronta desde este miércoles (Mundial 82, entrenamiento a puerto cerrada) el más difícil todavía. El técnico que cambió la historia de la Unión Deportiva Logroñés dirigirá mañana su primer entrenamiento. Por delante, cuatro sesiones para recuperar la moral de victoria de una UDL huérfana de alegrías desde el 23 de octubre.
Natxo González (Vitoria, 1996) es pasado desde esta noche. Su futuro estaba sentenciado desde el 3-0 en Lezama. Faltaba llegar a un acuerdo para su finiquito. Solucionado este problema no menor (el alavés llegó el 23 de noviembre con año y medio en el bolsillo), el recambio estaba en casa.
Natxo González no tardará en ser olvidado. Doce partidos de liga sin ganar es una losa demasiado pesada. La Copa no fue consuelo para un equipo que suma quince encuentros (y medio) sin vencer así como siete partidos sin anotar. De hecho, en lo que llevamos de temporada solo ha festejado un gol (Jorge Martínez-Losa, el 7 de enero en el 1-1 ante el Barça Atlétic). Desde entonces el ayuno ha sido absoluto.
El preparador vasco se va y también lo hace Jaume Delgado, su segundo, ex jugador del Club Deportivo Logroñés.
Sergio Rodríguez vuelve al banquillo. Su última comparecencia fue el 30 de mayo de 2021, en la despedida a Segunda. Si la UDL arribó al fútbol profesional fue gracias a él. En marzo de 2017 sacó al club del atolladero y el 18 de julio de 2020 tocó el cielo en La Rosaleda. El pasado mes de junio volvió a casa como gerente deportivo.
Ahora se quita el traje y vuelve al césped, en una situación límite. De 39 puntos en juego los riojanos necesitan un mínimo de 24 para salvarse. Si alguien lo puede conseguir es él.Junto al logroñés continúan Ibon Labaien, su analista anteriormente y ahora segundo entrenador, Antxon Muneta (analista), Álvaro López (preparador físico) y Javier García como entrenador de porteros. El futuro de la Unión Deportiva Logroñés se reescribe a partir de este sábado.