En un día laborable cualquiera, alrededor de 1,4 millones de personas no acuden a su puesto de trabajo, lo que conlleva unas pérdidas anuales del 4% del Producto Interior Bruto (PIB)nacional, unas cifras que aconsejan tomar medidas para combatir el absentismo, una incidencia laboral que presenta un incremento preocupante desde la pandemia.

«Es a día de hoy uno de los aspectos que más afectan a la productividad», señala Luis Pérez, docente del grado de Relaciones laborales de UNIR y director de Relaciones institucionales de Randstad, que considera que son tres las razones que explican este crecimiento, de carácter exponencial y que se replica en todos los territorios del país.

El especialista, que apunta la extrema complejidad de ponerle coto a este fenómeno, considera que, además del envejecimiento de la población, hay otras dos razones que lo justifican, como el aumento general de las enfermedades a consecuencia de los riesgos psicosociales, como el estrés. «Los problemas en el trabajo están aumentando de forma constante», apunta Pérez, que aconseja mejorar la calidad del empleo, la prevención de riesgos laborales o la implantación de programas que ayuden a mantener la salud mental. Hay también otro aspecto del mercado laboral, como la inestabilidad o la menor duración de los contratos indefinidos, que están también cobrándose su peaje en la salud de los trabajadores. Al respecto, el docente de UNIR apunta que la flexibilidad, tanto para trabajadores como empresas en enfermedades leves o bajas de corta duración, el teletrabajo o las medidas de conciliación pueden mejorar el ambiente laboral y, consecuentemente, minorar las ausencias del puesto de trabajo. 

Respecto al envejecimiento señala que está influyendo de manera notable y provoca en algunas comunidades, como La Rioja, grandes niveles de absentismo, que, en ciertos territorios, se ve influido por la tardanza de los procesos sanitarios, por lo que «se propone la colaboración de las mutuas». El director de Relaciones institucionales de Randstad entiende que hay datos que objetivamente «parece que pueden demostrar que se están produciendo determinados abusos» -la jornada con más bajas laborales es el lunes-, por lo que considera necesario el «compromiso» de empresa y trabajadores para que no se produzcan, aspecto donde juegan un papel clave los pactos en el diálogo social.