El Gobierno de La Rioja publicó el pasado 4 de abril de 2023 en el Boletín Oficial de La Rioja una plaza de nutricionista para el Servicio Riojano de Salud (SERIS), y finalmente, se resolvió la semana pasada, concretamente, el 1 de febrero.
La secretaria del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de La Rioja, Raquel Fernández, considera este primer acercamiento como algo «muy bueno» pero «se queda escaso».
«Nos parece un buen paso que se nos empiece a introducir en el Servicio Riojano de Salud pero esto se tiene que ver como un avance», reivindica. Asegura que una sola persona no puede atender a toda La Rioja porque tiene muchas otras tareas que realizar. «No puede cambiar protocolos, atender a pacientes y formar a otros profesionales», razona Fernández.
Destaca el trabajo interdisciplinar con otros profesionales, ya que «cada uno tendría una función con el objetivo de darle a los pacientes una atención mucho más completa». Recuerda que el colegio fue creado en octubre de 2019 pero «estamos reclamando la presencia de nuestra figura profesional en la sanidad pública incluso desde antes de esa fecha».
«Estos años hemos intentado demostrar como otras comunidades autónomas están poniendo plazas para nuestra profesión y funciona», apunta. Una de estas regiones es Galicia, donde se contrató a 95 nutricionistas en diciembre de 2022 para su sistema pública de salud. «Esta medida significó que hubiera un nutricionista por cada 27.000 personas distribuidos en diferentes áreas», apunta.
Estos profesionales, añade, han realizado consultas individuales y 3.778 actividades grupales, como charlas y formaciones que «han ayudado un montón».
Ventajas. La inclusión de esta figura en el SERIS genera muchas ventajas para los riojanos.
Raquel Fernández apunta que hay personas que no pueden permitirse económicamente este servicio, por lo que «podríamos acceder a personas con pocos recursos»; además de llegar a personas con un bajo nivel cultural que «no entienden su enfermedad y no conocen para que un nutricionista les puede ayudar».
Otro beneficio es que permite que hombre de avanzada edad acudan al nutricionista cuando se quedan viudos, por ejemplo. «Son personas, en su mayoría, que no están acostumbrados a prepararse la comida. A las consultas privadas no van a ir porque no lo sienten como una necesidad pero si el médico de cabecera les deriva, si que irían», señala.
Esta figura, añade, también permite reducir el gasto sanitario introduciéndose en los diferentes equipos multidisciplinarios de Atención Primaria; contribuye de forma eficaz en la prevención, diagnóstico y tratamiento de los pacientes; y reduce el grado de desnutrición de grupos vulnerables y las comorbilidades de pacientes hospitalizados.
Por otra parte, subraya que los pacientes que acuden a sus consultas les aseguran que una figura profesional como la suya hace falta en el Servicio Riojano de Salud. «El problema es que no se estaba destinando el dinero para crear estas plazas. Ahora se está empezando, es importante y la necesidad se sabe que existe», concluye.