La propuesta de Bodegas Familiares ha propiciado opiniones diferenciadas en el seno del Consejo, desde el apoyo más decidido al arranque hasta el rechazo más frontal.
ARAG considera que el arranque es una medida que ha de sopesarse con detenimiento, a la vez que entiende que hay antes que agotar otras posibilidades, otros estadios.
Señala que, además, en la actualidad, no existe un marco jurídico ni presupuestario que pueda atender esta propuesta «por no mencionar lo que representa el valor de la autorización de viñedo para los viticultores riojanos». La asociación de viticultores mayoritaria en el Consejo destaca que «buena parte de su patrimonio y de la financiación de préstamos están basados precisamente en ese bien, en su viñedo», por lo que de aplicarse la propuesta de Bodegas Familiares ese valor se vendría abajo.
«También hay que tener en cuenta que muchos viticultores han realizado grandes inversiones en sus explotaciones», señala ARAG, que concluye que no se trata de 'hinchar' el valor del viñedo, sino de tomar decisiones sopesadas y teniendo en cuanto todas las variables, especialmente las que competen a los viticultores de la DOC Rioja.
La Unión de Agricultores (UAGR), que resalta que este asunto aún no ha sido tratado en la Comisión del Vino, por lo que todavía no hay una posición clara, entiende, no obstante, que el arranque debería ser la «última opción».
La UAGR apuesta de momento por potenciar la vendimia en verde, que es la mejor manera de eliminar producción mientras se recuperan las ventas y señala que cualquier arranque debe tener siempre carácter voluntario.
Ante la propuesta de Bodegas Familiares, señala también que habría que estudiar muy bien quién decide y qué son suelos de aptitud vitícola, un asunto que les plantea «muchas dudas» y entiende además que el arranque podría suponer un peligro para el sector productor al aumentar el porcentaje de viñedo en manos de las bodegas. «Y van a quitar las viñas que llevan a renta muchos viticultores», concluye UAGR.
En UPA ha encontrado Bodegas Familiares su único aliado porque entienden que el arranque es la única medida estructural al alcance de los agricultores para ajusta la oferta a la demanda. Opinan que las medidas coyunturales hasta ahora adoptadas, como la destilación y la vendimia en verde, «tienen fecha de caducidad y no van a perdurar en el tiempo, alargan la situación, pero son insuficientes».
UPAapunta que la bajada de rendimientos la pagan los agricultores «puesto que no hay garantía de precio, e insiste en que «lo que no regulemos nosotros de manera incentivada, lo hará el mercado de manera obligada, dejando a muchos viticultores por el camino».
Apunta, en este contexto, que el acuerdo que se adoptó el año pasado en el Consejo Regulador del Rioja «con el aval de los grupos que lo dominan» se ha demostrado un «fracaso y sigue dejando el mango de la sartén en la mano de las bodegas».
En el Consejo. Las cooperativas de La Rioja -a las que pertenece el presidente del Consejo Regulador-, Fernando Ezquerro, eluden dar su opinión al respecto y entienden que es un asunto que merece un debate interno dentro de la Interprofesional del vino de Rioja, «que creemos que es el foro adecuado para tratar un tema tan complejo y trascendental», el marco para estudiar los puntos de vista de todo el sector y donde hay que valorar «entre todos» las medidas a adoptar.
En el mismo sentido se pronuncia el Grupo Rioja, que «solo» valora las propuestas de las asociaciones representadas en la Interprofesional y el Consejo Regulador, «que son los foros donde se analizan, debaten, discuten y toman decisiones» los asuntos que les afectan. Ahora, eso sí, sobre el arranque en general, afirman que es una respuesta que «está muy lejos de Rioja», donde se pueden acometer actuaciones «más efectivas y positivas» por la calidad antes que el arranque.
Por su parte, la Consejería de Agricultura, a la que Bodegas Familiares ha remitido su propuesta, manifestó su respeto, pero evitó realizar ningún tipo de valoración al respecto.