La UD Logroñés vuelve a hacer historia y despacha al Girona

El Día
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Los blanquirrojos, con Pol Arnau a la cabeza, viven otra noche mágica en Copa del Rey y dejan K.O. al Girona en una tanda de penaltis para el recuerdo en Las Gaunas con el lateral bajo palos

Los jugadores celebran la victoria con su afición al final del partido. - Foto: Agencia EFE / Raquel Manzanares.

Las noches de Copa del Rey de la Unión Deportiva Logroñés hace tiempo que dejaron de tener sentido. Ayer, en una nueva noche histórica en Las Gaunas, los blanquirrojos llevaron hasta el Giron a a la tanda de penaltis, donde bajo palos se encontraba Pol Arnau, después de que el guardameta riojano se lesionara en la prórroga y el equipo hubiese agotado los cambios. No importó, el lateral izquierdo, que marcó el gol para a esta segunda eliminatoria contra el Eibar, volvió a vestirse de héroe y detuvo un penalti para que finalmente la UDLogroñés diera la campanada y despachase al Girona de 'Champions' de la Copa del Rey en otro día que entra de lleno en la historia blanquirroja, siendo la primera vez que se tumba a un equipo de Primera y citándose con uno de los  que disputan la Supercopa de España: Athletic Club, FC Barcelona, Real Madrid y Real Mallorca.

La indolencia del Girona en muchos minutos marcó un encuentro en el que los locales creyeron desde el principio que podían competir y al final se agarraron a la épica. Porque su rival terminó el partido con 10 jugadores, después de que su portero, Kike Royo, se lesionara en un encontronazo con Stuani; la UD Logroñés había hecho ya todos sus cambios y colocó de portero a Pol Aranau, un joven defensa hijo del que fuera portero del Barcelona, entre otros.

El chaval demostró haber aprendido de su padre, solventó con acierto el poco peligro que le llegó y en los penaltis paró un lanzamiento, a Abel Ruiz, que, unido a un error Stuani, llevó el éxtasis a la grada y la decepción a un Girona que no se adaptó al partido en ningún momento y al final lo pagó.

La UD Logroñés, con varios jugadores de su filial en la alineación, apostó la eliminatoria al orden defensivo y la garra y eso le sirvió para aguantar toda la primera mitad a un Girona más contemplativo, que esperaba su momento.

El equipo catalán, también con algunos jugadores «descolocados» en el once tardó mucho en aposentarse sobre el césped de Las Gaunas y más en darse cuenta de que enfrente no tenía a una comparsa, por mucho que fuese un equipo de la cuarta categoría del fútbol español.

El Girona se confió aun más cuando Stuani tuvo la primera ocasión del partido para su equipo, en el 23, con un remate que repelió el poste.

Sin embargo, esa acción fue totalmente aislada y la primera mitad se consumió entre el empuje de un conjunto de Primera más fuerte pero sin remate; y las ganas de una UD Logroñés que siempre que pudo intentó irse arriba, pero sin hacer locuras y, sobre todo, sin perder el orden.

Las mejores acciones de ataque fueron, por eso, para el equipo riojano, que ya en el minuto 13 había tenido una buena llegada, aunque Nájera no logró disparar bien; algo que sí hizo en el 33, con un tiro que cruzó demasiado, por centímetros.

La segunda mitad comenzó con una variante táctica de los locales a la que el Girona tampoco respondió; la UD Logroñés presionó más arriba, para tratar de desorganizar la salida de balón del equipo catalán y lo logró para desesperación de su técnico.

Míchel siguió viendo fríos a sus jugadores y trató espolearles desde la banda, primero, y luego metió más ambición en el campo con los cambios.

Pero tampoco encontró respuesta de sus jugadores, que siguieron sin tirar a puerta, confiados en que en algún momento encontrarían el «hueco» para marcar, aunque lo que en realidad ocurrió es que la UDL se sintió más cómodo e, incluso, tuvo una buena ocasión en un balón robado por Facchín, que se precipitó en el último disparo.

El Girona seguía sin encontrar un patrón de juego que le llevara a dominar por completo el choque y, aunque cada vez imponía más su físico, tampoco disparaba a puerta. Pudo marcar, eso sí, en un saque de esquina que se paseó frente al portero riojano sin encontrar rematador en el minuto 78.

Pero tampoco hizo mucho más, aunque casi al final del tiempo reglamentario trató de presionar en el área riojana, consciente de que la UDL estaba «fundido»; pero los catalanes no tuvieron tiempo de culminar ese empuje y quedaron abocados a la prórroga, todo un «borrón» en un choque tan desigual.

En el tiempo añadido, a pesar de que la UD Logroñés estaba con un hombre menos y de que tenía un portero de circunstancias, tampoco pasó muchos apuros.

Incomprensiblemente, el Girona apenas tiró a puerta, y tampoco «probó» al inexperto Arnau; al contrario, el joven portero se llevó tres balones fáciles y no pasó más apuros, gracias a que estuvo bien resguardado por sus compañeros, que, incluso pudieron marcar en dos buenas ocasiones de Pau y Madrazo.

Así llegaron los penaltis y el Girona terminó de culminar un auténtico borrón con dos errores que le dejan fuera de la Copa. Pol Arnau fue el héroe inesperado del equipo riojano, por segunda vez consecutiva, puesto que ya tuvo su dosis de protagonismo marcando el gol contra el Eibar.