El espacio Lagares poco a poco se fue llenando de comerciantes de Logroño, clientes, políticos, representantes de asociaciones y de curiosos que quisieron formar parte de la jornada 'Logroño, capital del comercio', organizada por El Día de La Rioja y La 7 de La Rioja.
Con puntualidad inglesa, los asistentes se fueron sentado y el moderador y director de ambos medios, Raúl Briongos, detalló que en estas charlas se iba a hablar de la situación actual y del futuro del comercio logroñés, además de ver si hay fórmulas que «permitan realzar el sector».
Recordó que la amenaza del comercio digital está muy presente, ya que «internet nos ha cambiado a todos la manera de comportarnos, por eso, la idea es ver como el comercio tiene armas suficientes para luchar contra él».
Este acto ha contado con la celebración de dos mesas redondas. Una de ellas ha tratado el tema del presente y del futuro del comercio de la capital riojana, y para ello, contó con la participación de el presidente de la Asociación de Comerciantes Plaza de Abastos, Alfredo Iturriaga; la presidenta de la Asociación Logroño Casco Antiguo, Amaia Tomé; el presidente de la Asociación Comerciantes Zona Paseo Cien Tiendas, Diego Ochoa; y la presidenta de la Asociación Zona Oeste Comercial Zoco, María del Carmen Pablo.
Uno de los asuntos que se trataron fue la salud actual del comercio logroñés. Tomé, Ochoa y Pablo coincidieron en su diagnóstico, reconociendo que la situación es regular aunque se puede mejorar. Tomé aseguró que la candidatura para que Logroño sea la capital europea del comercio de proximidad es «un reto» del que quieren formar parte. «Los tiempos no son fáciles pero por otro lado, la gente tiene ganas de luchar», destacó.
En cambio, Iturriaga discrepó con sus compañeros de profesión, ya que dijo que el estado de salud es «malo». Aclaró que no hizo referencia únicamente a Logroño sino a cualquier ciudad de España, «donde te encuentras calles desiertas de comercios».
Formación. Los ponentes emitieron algunas propuestas que tendían como objetivo favorecer el comercio de proximidad, como por ejemplo la formación.
En este punto se centró Ochoa, quien propuso que en los colegios se diera algún tipo de formación relacionada con la economía circular o compra en el comercio local. La idea, explicó, es intentar generar una sensibilidad para que sean los niños quienes les digan a sus padres que compren en los negocios del comercio local.
Iturriaga, por su parte, destacó que la enología es «una de las patas principales del comercio de Logroño» y apostó por la implicación de las empresas que quieren venir a Logroño. «Me gustaría que se quedasen en el entorno de la ciudad, y no sacarlas fuera. Ofrecerles el mercado de Abastos por ejemplo», planteó.
También criticó que la situación actual del transporte y accesibilidad, ya que «hay una deficiencia muy grande». «Llegar al centro de Logroño es difícil porque desde el parque del Ebro hasta Gran Vía no tenemos autobuses», lamentó.
Otra de las propuestas fueron que los comercios recibieran ayudas para la digitalización y la simplificación a la hora de hacer papeleos para crear un nuevo negocio. «Tiene que haber alfombra roja para todo el que quiera emprender», solicitó Tomé.
La mesa redonda fue avanzando y el moderador les lanzó esta pregunta a los cuatro ponentes. Si creían que Logroño había perdido "menos punch" que otras ciudades del entorno. La presidenta de la Asociación Zona Oeste Comercial Zoco alegó que «La Rioja tiene calidad y sus habitantes saben tratar muy bien a la gente de fuera». «Cuando hay ganas y se es amable con las personas, el comercio tiene que salir adelante», destacó.
Aparte, los ponentes afirmaron estar de acuerdo con el hecho de lograr que Logroño sea la futura capital europea del comercio de proximidad. «Es una buena iniciativa con la que queremos que el comercio logroñés salga adelante», concluyó esta comerciante.