«Se está cometiendo una matanza indecente en Gaza»

El Día
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Fernando Martínez estuvo en el Ayuntamiento logroñés doce años y desde su jubilación colabora en diferentes proyectos de cooperación vinculados a su experiencia profesional como farmacéutico

Fernando Martínez, frente al lugar donde se ubicaba la farmacia que regentó hasta 1991. El miércoles tuvo lugar el Día Mundial del Farmacéutico. - Foto: Óscar Solorzano

Histórico del PSOE desde 1976 hasta 2013, fecha en la que renunció a su carné, farmacéutico de profesión (este miércoles 25 de septiembre tuvo lugar el Día Mundial del Farmacéutico) y solidario por vocación. Quien responde a esta descripción es Fernando Martínez (Logroño, 1948), concejal del Ayuntamiento de Logroño entre 1979 y 1991, además de teniente alcalde durante dos mandatos. Llegó a la política por vocación y se marchó antes de poder disfrutar de las prebendas de la que hoy disfrutan los ediles de la corporación: «Nunca he recibido ni un duro, ni por mi labor en el Ayuntamiento ni como cooperante».

Estudió Farmacia en Zaragoza y en Pamplona, lugar donde, como Saulo camino de Damasco, se cayó del caballo. Se convirtió en el «primer objetor de conciencia» por el que le abrieron «un consejo de guerra». Esta significación condicionó sus pasos en la militancia socialista. «Llegué a Logroño y nos hicimos con la Farmacia Orive, en Vara de Rey, 9. Fue ahí donde hicimos algunas reuniones del PSOE en la clandestinidad. Por aquel entonces, yo no conocía a mucha gente y además estaba marcado», rememora. «Estuvimos hasta 1991, cuando se tiró la casa y nos mudamos a Duques de Nájera, en el Reloj de Sol», agrega. Ahí ejerció hasta 2004, cuando traspasó el boyante negocio.

Su traslado a Duques de Nájera fue objeto de un rifirrafe político con Alberto Olarte, en boca de todos por tildar en sede parlamentaria de «comadrejas» a los defensores de la sanidad pública. «Le llamé detritus público porque me acusó de beneficiarme de llevar la farmacia a un ambulatorio (7 Infantes) aunque la decisión de construir ese centro de salud correspondió al Gobierno de Pedro Sanz», informa.

Entre los logros de gestión durante su estadía municipal presume de «la rehabilitación del Teatro Bretón, el inicio del Parque del Ebro o la rehabilitación de las fiestas».

En 2004 clausura su periplo profesional y abraza la cooperación primero como secretario de proyectos en Farmacéuticos sin Fronteras y después como vicepresidente de Más que farmacias, sucesora de la anterior. Colaborando con esta ONG ha podido visitar «Tinduf», campamento en suelo argelino que sirve de base para la República Árabe del Sáhara Democrático, «Colombia, Cuba, donde llevamos doce ambulancias, El Salvador, República Democrática o Venezuela».

La experiencia que le marcó fue su estancia, «prácticamente dos años seguidos», en Ecuador. «Todos los proyectos te dejan huella pero el Ecuador fue especial porque pudimos construir ocho dispensarios, 125 botiquines, dos comedores infantiles, diez pozos artesanales y 800 letrinas», cuantifica.

El recuerdo de su vivencia ecuatoriana se suma a su estancia en Israel «aunque no pudimos pasar a Gaza». «Estamos en un mundo que se rige por el sistema de mercado y el capitalismo. En España, lo vemos con los problemas de vivienda y en la esfera internacional, con Ucrania y Gaza», se enciende. «Putin ha decidido atacar Ucrania y en Gaza se está cometiendo una matanza indecente. Parece mentira que los israelís no guarden en su memoria las atrocidades que ellos sufrieron y que ahora les hacen padecer a los palestinos», agrega. «No soy un viejo gruñón, pero veo muy mal todo aunque quiero pensar que aún hay esperanzas en las nueva generaciones», afirma sin mucho entusiasmo.