Escobar quiere que el mercado sea motor enogastronómico

El Día
-

La renovación de este espacio busca fomentar la dinamización de los comercios locales, así como poner en valor la gastronomía de Logroño y los productos de kilómetro cero

Un cocinero prepara una degustación ayer en el Mercado de San Blas - Foto: Óscar Solorzano

El alcalde de Logroño, Conrado Escobar destacó ayer el compromiso de su Gobierno local para continuar con la potenciación del mercado de San Blas como motor comercial, enogastronómico y turístico de la ciudad.

«El mercado de San Blas aglutina algunas de nuestras principales señas de identidad: la cercanía y calidad de nuestro comercio y nuestros productos, nuestro potencial enogastronómico, la conexión entre tradición y vanguardia y la importancia de nuestro patrimonio», indicó, y así lo defendió durante su participación en la jornada divulgativa sobre el propio mercado y desarrollada bajo el lema  'Tu mercado más cercano'.

Por ello, el alcalde afirmó que esta renovación que se ha llevado a cabo en el mercado de San Blas ha conllevado «una clara mejora de las instalaciones, la accesibilidad y los servicios que ofrece nuestra Plaza de Abastos».

Ello ha facilitado el día a día de comerciantes y compradores y ha abierto nuevas posibilidades para la promoción y la difusión de la cultura enogastronómica de la ciudad, a través de catas, talleres y otras experiencias que cree que atraerán a turistas.

Escobar también añadió que el Ayuntamiento continuará potenciando iniciativas que permitan impulsar un eje enogastronómico en el corazón de la ciudad, con sinergias entre el mercado de San Blas, el Espacio Lagares y el Centro de la Cultura del Rioja.

El proyecto de renovación de este mercado, que es superior a los 4 millones de euros, cuenta con financiación europea a través de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Además, hay que recordar que la plaza de Abastos, diseñada por el arquitecto Fermín Álamo, fue renovada de manera integral por última vez en 1987. Pero, la modernización de este mercado ha incluido la incorporación de las nuevas tecnologías para facilitar una experiencia de compra más ágil y cómoda; así como más sostenible, con iniciativas como la información digital, métodos de pago más rápidos, mejoras en logística y taquillas inteligentes.

Revalorización cultural y un impulso para la ciudad
«Una vez culminada la parte física de la reforma de este edificio, nos toca abordar cuál va a ser el uso y de qué manera el mercado va a servir de catalizador para la cultura gastronómica», precisó Escobar. Este espacio servirá como punto de encuentro comercial y un lugar donde se impulse el disfrute de la gastronomía local. 
Las claves para lograr este objetivo según Escobar, son dos: «mantener el encanto del edificio; y preservar el funcionamiento de los puestos e, incluso, incrementar esa actividad tradicional». Así se busca conservar la esencia del lugar, al mismo tiempo que se fomenta la dinamización de los comercios locales. 
Además, el alcalde se mostró favorable a la idea de darle un enfoque más amplio, convirtiendo este espacio en un centro cultural activo que sirva para promover, enseñar y poner en valor tanto los productos de kilómetro cero como su talento gastronómico.