"El escultismo ha sido el hilo conductor de mi vida"

El Día
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Entró en los scouts con ocho años, pasión que no ha dejado de lado y que le ha dado «más satisfacciones que la política»

Rubén Antoñanzas, en la sede del Grupo Scout Sierra de Cameros. - Foto: Ingrid

En el momento de escribir esto texto es miércoles y Rubén Antoñanzas (Logroño, 1972), antes de 'fichar', se desayuna la despedida de Alberto Bretón a la secretaría general de Por La Rioja. Y aunque no lo está, parece contento. «Para buscar su relevo han hecho el mismo proceso participativo que para nombrarle a él», informa con una sonrisa. Rubén Antoñanzas, presidente del PR+, echa de menos «el poder transformador» de su etapa en el Ayuntamiento de Logroño al frente de la concejalía de Deportes. Y aunque en la actualidad sigue como edil, raso, sus atribuciones son otras.

Este paso al lado dictado por la aritmética electoral le ha permitido recobrar su vida familiar y, sobre todo, su compromiso scout. De hecho, la foto que ilustra esta pieza pertenece al local que el Grupo Scout Sierra de Cameros tiene en Doce Ligero, muy cerca, quizás hasta demasiado, de su oficina en el consistorio. «El escultismo me ha dado más satisfacciones que la política», apunta.

Uno puede pensar que Antoñanzas lleva toda la vida en política y, en cierto modo, tiene razón.Por si hubiera dudas, el presidente de los regionalistas apostilla que «en la política partidista» lleva «como unos ocho años». Pero en realidad su militancia política se perpetúa en el tiempo. «Siempre he estado en movimientos y en asociaciones vecinales que, en cierto modo, es otra forma de hacer política», bosqueja.

Nació en 1972, como Pablo Hermoso de Mendoza («él más hermoso siempre, yo más simpático», bromea con retintín), del que fue socio, al menos en el Pleno, aunque sus primeras armas, en política, llegaron de la mano de Julio Revuelta, que le enganchó para Ciudadanos por Logroño «el año de la mayoría absolutísima de Cuca (Gamarra)».

Estudió en Jesuitas y se formó como perito, profesión que ha aparcado, por ahora, para dedicarse a la cosa pública en versión municipal. 

Aunque esta semblanza de Rubén Antoñanzas no se puede entender sin la política, su otra pasión, no escondida, es el escultismo. Sus padres, Carlos y Loli, ya fallecidos, le pusieron a los ocho años el pañuelo y, desde entonces, no se lo ha quitado. No del todo, al menos. La liberación de funciones en el Consistorio le permite pasar más tiempo con su grupo. «Echo de menos la concejalía pero he recuperado al cien por cien mi vida familiar y los scouts. Es una de las cosas buenas que tiene no entregar once horas, diarias, al deporte logroñés». «El escultismo», completa, «es político pero no partidista». «Tenemos el objetivo de crear ciudadanos libres y críticos», agrega.

Su grupo pertenece a la rama «liberal» del scoutismo y cuenta con 150 socios. «Hay lista de espera pero los voluntarios no damos para más», lamenta. Sierra de Cameros se integra en ASDE, el ala «pluriconfesional» del escultismo patrio. 

Aunque está convencido de que «el escultismo ha sido el hilo conductor de mi vida», fiscaliza de cerca sus cometidos anteriores. ¿Está en buenas manos el deporte logroñés?«Sí, porque depende de federaciones y clubes. En cuanto a la concejalía, tengo mis dudas porque es una macroconcejalía y entiendo que el tiempo de dedicación del concejal es menor. Creo que eso se está notando», se despide camino de regreso a su despacho en el edificio de Moneo.