«Es un orgullo, un reto y una responsabilidad»

El Día
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El chef Aitor Esnal acaba de tomar el relevo de Ignacio Echapresto al frente de la delegación riojana de Euro-Toques

Aitor Esnal. - Foto: El Día

Aitor Esnal (Zarautz, 1982) acaba de tomar el relevo de Ignacio Echapresto al frente de la delegación riojana de Euro-Toques, asociación que vela por el patrimonio culinario de Europa. Fundada por  Pierre Romeyer, Paul Bocuse o Juan Mari Arzak, entre otros, aglutina a más de 3.500 cocineros de dieciocho países comunitarios. La filial española cuenta con 800 profesionales entre los que destaca este cocinero vasco que, desde 2005 y de la mano de su mujer Beatriz Martínez, ejerce su profesión en LaRioja. 

La misión de Euro-Toques, y que Aitor Esnal al frente de la delegación riojana asume, es proteger la calidad y el sabor de los alimentos, promover el buen hacer de los artesanos de la alimentación, proteger el patrimonio culinario europeo así como defender la seguridad de una alimentación sana en los productos alimentarios y favorecer las combinaciones naturales.

Llegó a Logroño en 2005 con su mejor como embajadora y, desde entonces, ha apostado por una cocina singular que le ha valido el reconocimiento de los comensales y de los críticos gastronómicos. Sus primeros pasos llegaron de la mano de Marinée, que abrió sus puertas en 2007. Le siguió, siete años después, Wine Fanfango, que fue inaugurado en 2014 y, tras otros siete años, en 2021 abrió sus puertas Aitor Esnal Restaurante, galardonado con un Sol de la Guía Repsol. En su local apuesta por «una cocina de raíces vascas, porque no voy a renegar de mis orígenes, pero mirando a Asia, porque mis influencias son asiáticas».

«La verdad es que estamos muy contentos de este proyecto iniciado hace tres años. Requiere muchos esfuerzos pero creo que, poco a poco, está dando sus frutos y estamos disfrutando de este reto tan estimulante», se sincera antes de comenzar las primeras obligaciones de la jornada.

El guipuzcoano, formado a las órdenes de Luis Irizar, pionero de la escuela de cocina vasca, está muy contento del funcionamiento de su restaurante (ubicado en la logroñesa calle Sagasta) pero también del buen momento que atraviesan sus compañeros de profesión.

«No sé muy bien cuántos Soles se concentran en la región pero en Logroño hay tres Estrellas Michelin y otras cinco en la región», enumera. «Creo que La Rioja está muy bien asentada en lo que respecta a los grandes restaurantes. Está comprobado que se come muy bien en La Rioja y muy bien en la zona porque no hay duda que nuestra cocina comparte muchas características con País Vasco y Navarra», agrega.

Su trayectoria, así como la de sus compañeros en Euro-Toques, se ha caracterizado por su compromiso con los productos de temporada, con label riojano y de proximidad, por el atrevimiento y por la creatividad culinaria.

Con su nombramiento recién cocinado, adelanta que«poco a poco voy aprendiendo las sinecuras del cargo», consciente de que representar a todos sus compañeros -labor que antes emprendieron el Ignacio Echapresto o Francis Panuiego, entre otros- «es un orgullo, un reto pero también una responsabilidad». «Poco a poco vamos sacando ratitos para diseñar un plan de trabajo para continuar el legado de todos los que han estado al frente de esta delegación», apunta.

Para el chef, la labor de Euro-Toques es fundamental «para defender los productos de la región y su tradición culinaria».