Quién no ha soñado con ver, llamar e incluso formar parte de los cazafantasmas después de ver sus películas en los cines? Pues existen profesiones que tienen una parecido razonable, como los exterminadores de insectos y bichos.
En La Rioja ha habido un aumento de chinches y los servicios de estos trabajadores se han incrementado. Así lo afirma el gerente de servicio de la empresa Anticimex en Zaragoza, Navarra y La Rioja, Raúl Codonal Robles.
Afirma que la incidencia va creciendo, no solo a nivel nacional, sino a nivel local. «Todos los años tenemos alrededor de 200 llamadas de personas preocupadas por los chinches», detalla.
El gerente técnico a nivel nacional en tratamiento de chinches en Anticimex, Eric Rodríguez García, explica que el primer paso cuando reciben un aviso es hacer una inspección para confirmar que «hay un positivo en chinches». Una vez se detectan, se procede a hacer el tratamiento que consiste en dar calor para subir las temperaturas por encima de los 60 grados en los puntos concretos donde se encuentran las chinches.
Esta técnica, indica, actúa sobre todas las fases de los huevos de estos bichos. En cambio, si se usaran productos químicos, estos no actuarían sobre los huevos.
En estas empresa usan un aparato que emite vapor seco con el que se eleva la temperatura en sitios focalizados. «Una pasada de 5 o 10 segundos es suficiente para matar incluso los huevos de estas chinches», asegura.
Cuando el problema es más grave se usan calefactores industriales donde «necesitamos calentar toda la estancia», apunta. «Para eso hay que montar todo un dispositivo de aislamiento con cortinas y de ventanas», detalla Rodríguez.
Advierte que el manejo del calor necesita entrenamiento y un aprendizaje porque «no lo puede hacer cualquiera. Se puede provocar un incendio».
Rodríguez avisa de que los chinches «viajan con nosotros», ya que «son capaces de dar la vuelta al mundo de maleta en maleta». «Esto ha hecho que en sitios donde había poca frecuencia, como era España, con el boom turístico haya explotado esta plaga», explica.
Nocturno. Eric Rodríguez informa que la chinche es un bicho nocturno que pica por las noches y se va a su refugio que suelen ser los recovecos del colchón o del somier. «Podemos vivir varios meses con ellos hasta darnos cuenta de que vivimos con ellos», sentencia.
Indica que lo habitual es que solo entre el 20 y 30% de la población sufra estas picaduras. «Normalmente se confunden con las de otros insectos, bien sean mosquitos e incluso pulgas. Es un bicho que pese a lo común que es, no es el primero en el que piensas», comenta el experto.