Los trabajos de demolición del ala interior del edificio anexo al centro escolar de Adoratrices arrancan en la mañana de hoy jueves después de que la compañía propietaria del inmueble desoyera el requerimiento dictado por el propio Ayuntamiento de Logroño en la tarde de ayer. De hecho, el propio Consistorio informó sobre las 17 horas que el derribo del edificio había comenzado hacia las 15 horas de ayer miércoles. Sin embargo, toda la maquinaria permanecía en el patio de Adoratrices con los motores apagados y a la espera de órdenes. Mientras tanto, se sucedían las reuniones entre representantes de Global Gemini y los técnicos municipales que se prolongaron hasta cerca ya de las 20 horas.
Así las cosas, y una vez cerrado el acuerdo, el Ayuntamiento tendrá preparada a primera hora de la mañana de hoy la declaración de demolición urgente. De la misma forma, Inspección de Trabajo habrá tenido que avalar y validada el protocolo de los trabajos, es decir, un documento en el que otras cuestiones, se integre un plan que garantice la seguridad durante el proceso de demolición, uno de los puntos que exigía la titular del edificio antes de iniciar los trabajos.
Con toda la documentación en la mano, técnicos especialistas de Madrid arrancará la maquinaria y procederán, ahora sí, a las labores de derrumbe.
De forma previa, el Ayuntamiento de la capital riojana cerrará el tránsito peatonal y la circulación de vehículos en Juan XXIII entre los tramos Ciriaco Garrido y Calvo Sotelo. Y de la misma forma, mantendrá el desalojo de los vecinos de los números 16 y 18 de Calvo Sotelo, además de proceder al desalojo también de los inquilinos del número 20.
Ahora bien, es la decisión adoptada en la tarde anoche de ayer miércoles y que deberá «consolidarse» a primera hora de esta mañana.
Evitar acción subsidiaria. Desde la perspectiva municipal, siembre en base a las fuentes consultadas por El Día de La Rioja, ha urgido en todo momento, desde que se desplomara el ala interior del edificio, iniciar cuanto antes la demolición por cuestiones de seguridad, por acelerar el regreso a sus hogares de los vecinos desalojados y por evitar una actuación subsidiaria en caso de no alcanzar un acuerdo con la compañía propietaria del inmueble.
En cualquier caso, la demolición de emergencia afecta exclusivamente al ala interior. No así el resto del edificio situado en el número 8 de Juan XXIII, cuya estructura no se vio afectada por el derrumbe si bien, los planes de Global Gemini pasarían por proceder igualmente a su demolición.