Los nutricionistas viven el pico de pacientes tras la Navidad

Mónica Burgos
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Dura hasta Semana Santa y vuelve a producirse desde las fiestas de San Bernabé hasta San Mateo

La nutricionista y directora del centro de nutrición Nutrium, Paula Fernández - Foto: Ingrid

Año nuevo, vida nueva, y propósitos nuevos. Llega enero y con él  nuevas metas y las promesas de cambios y objetivos que quedaron pendientes de alcanzar. Un ritual casi de compensación personal tras un periodo navideño cargado de abundantes y copiosas comidas, con un consecuente desajuste de rutinas que nos hacen acabar esta época saturados y ansiosos por contrarrestar estos hábitos.

Es en este panorama en el que entran en juego los centros nutricionistas y profesionales de la alimentación, que son los principales testigos del aumento del compromiso e intento de regresar a hábitos de salud alimentaria en esta época. «Se nota mucho, en cuanto pasa la semana de reyes hay un pico de llamadas y pacientes nuevos». Así lo confirma Paula Fernández Giménez, dietista y directora del centro Nutrium en Logroño. 

A pesar de que tanto en enero como en febrero se produce uno de los grandes incrementos de pacientes en los centros de dietética y nutrición, el pico más alto se da en el segundo mes del año, con un 50 por ciento más de pacientes con respecto a diciembre y agosto, tal y como informa Fernández, «la gente se hace los propósitos en enero pero les cuesta ponerse a ello, por ello el pico real se produce desde febrero hasta Semana Santa». 

Un panorama que en La Rioja se repite en junio y septiembre, coincidiendo con las principales fechas festivas de la comunidad «desde San Bernabé hasta San Mateo se produce el otro pico más alto».

El éxito o fracaso en la consecución de la meta marcada «depende del propósito y objetivo con el que vengan». Así lo explica Fernández, y destaca que la adquisición de hábitos es la clave más decisiva, «cuando un paciente viene con un propósito de cambio, de instaurar unos hábitos, generalmente aguanta más tiempo, es un paciente más constante y que dura más porque tiene el foco puesto a largo plazo». 

Por el contrario, focalizarse en objetivos y resultados a corto plazo conlleva saturación y frustración que provocarán, en consecuencia, el pronto abandono en la persecución de la meta marcada «si un paciente quiere quitar unos kilos que lleva acumulando desde verano hasta navidad, y busca una perdida de peso rápido, va a durar poco tiempo porque tiene unos objetivos a corto plazo muy exigentes». 

Adquirir el habito evitará, por tanto, el abandono de las prácticas de alimentación saludable una vez alcanzado el objetivo, así como evitar el sentimiento de fracaso y frustración en caso de no conseguir llegar en el tiempo esperado a la meta marcada en un primer lugar.

«Es mejor que la consecución sea progresiva» apunta Fernández, y destaca que una fecha marcada conlleva «una serie de despedidas, unos homenajes de 'me pongo hasta arriba y como innecesariamente', y marcar esa fecha de inicio poco flexible hará que si hay un compromiso vas a fallar en tus propósitos o no vas a poder ser flexible» por lo que señala, la mejor opción es «ir poco a poco, si todos los años nos ponemos a dieta en enero y para marzo estamos aburridos, significa que hay que cambiar el método».

Un cambio de método que no consiste en qué propósitos marcar, si no en cómo fijarlos y definirlos «que el objetivo no esté focalizado en la báscula, que sea a largo plazo, un propósito de hábitos, ser una persona que consume más cantidad de fruta, que hace más deporte, que sabe controlarse… unos objetivos concretos de 'voy a perder 10 kilos para Semana Santa' no es adecuado, hay que marcarlos poco a poco, no tener prisa».

Ser flexible y realista en la fijación de esas metas es el otro factor más determinante «no hay que exigirnos de más» destaca Fernández, «algo que me ha llamado la atención es que mis pacientes me han preguntado si podían comer roscón, o un menú específico para Nochebuena». Es en estos momentos festivos, de celebración y épocas clave de alteración de los hábitos cotidianos en los que «no obsesionarse» es determinante. 

Para ello, Fernádez aconseja «planificarse, decidir qué vas a comer, comprar y cocinar de manera organizada, también regular el consumo de alcohol y un equilibrio que se mantenga durante toda la semana, no solo en el finde». Aunque, recalca una vez más «ser flexible es vital, los buenos hábitos permiten caprichos, pequeños vicios»

La alimentación en La Rioja. Estos patrones estacionales se repiten cada año y de manera generalizada, evidenciando con ello el determinante papel que la idiosincrasia riojana juega en ello. «Los riojanos fallamos principalmente en la vida social, somos muy de salir, de quedar con amigos y eso suele ir alrededor de una mesa» señala Giménez, así como destaca que los de La Rioja tampoco «solemos tener un buen equilibrio entre el día a día y el fin de semana» refiriéndose a los excesos tanto de alimentación como en la ingesta de bebidas que la población riojana realiza durante los fines de semana en comparación con el día a día de entre semana.

En este sentido, la media española se sitúa en un 16 por ciento de la poblaciónpadeciendo obesidad en el país, según los datos del Ministerio de Sanidad. 

Por encima de esa media hay ocho comunidades autónomas: Andalucía (19,7), Principado de Asturias (19,1), Región de Murcia (19,1), Canarias (17,5), Castilla y León (16,8), Comunidad Valenciana (16,7), Galicia (16,3) y Baleares (16,3). Por debajo se encuentran el resto de comunidades, con La Rioja en primer lugar a una distancia de apenas dos décimas de igualar la media española, con un 15,8 por ciento de la población riojana que sufre obesidad. 

Le siguen Aragón (15,7), Castilla La Mancha (14,4), Cataluña (14,2), Cantabria (13,7), País Vasco (13,5), Ceuta (13,5), Comunidad de Madrid (13,4), Comunidad Foral de Navarra (13,2), Extremadura (12,8)y en último lugar Melilla (6,8).

Aún así, la directora de Nutrium destaca que La Rioja está «en buena posición» en cuanto a buenos hábitos de alimentación «consumimos mucha verdura, legumbres, productos de la huerta... Contamos con un buen estado de salud».