Críticos con el proyecto Bosonit quieren detalles del acuerdo

G.B.
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Las asociaciones que llevaron a los tribunales la modificación del Plan General aguardan una reunión con el alcalde para ahondar en los términos de la solución anunciada por el Ayuntamiento y la tecnológica para decidir si retiran el recurso

Solar adquirido por Bosonit para su sede. Al fondo, la iglesia de Palacio. - Foto: Óscar Solorzano

En una posición intermedia entre la satisfacción y la prudencia, representantes de las asociaciones que se significaron por su oposición al proyecto inicial de la sede de Bosonit en la calle Marqués de San Nicolás aguardan una reunión con el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, para conocer de primera mano las condiciones del acuerdo anunciado con la técnológica, que, sobre el papel, desactiva buena parte de los reproches al edificio diseñado por el japonés Kengo Kuma al evitar el impacto visual sobre la iglesia de Palacio y otros elementos patrimoniales del entorno. 

«Uno de los escollos era la modificación del Plan General que se efectuó con el anterior Ayuntamiento y el asalto al patrimonio que se producía; ahora parece que eso se resuelve, pero tenemos que ver si nos contentamos con esta solución», comentó este lunes Julio Arnáiz, miembro de la asociación Amigos de La Rioja, uno de los colectivos ciudadanos que se unieron en contra del proyecto inicial de Bosonit y que terminaron por acudir a los tribunales con un recurso contencioso-administrativo en contra del cambio urbanístico aprobado y que ahora el actual equip de Gobierno local quiere revertir. 

La decisión sobre continuar o no con ese recurso en los tribunales -que se encontraba paralizado tras conocerse que había negociaciones en marcha entre el Consistorio y la empresa- deberán tomarla todos los impulsores de esa acción legal una vez que conozcan la 'letra pequeña' del acuerddo anunciado por Conrado Escobar en una reunión que el alcalde prometió mantener con ellos. 

A priori, a Arnáiz la solución alcanzada entre el Ayuntamiento y la tecnológica Bosonit no le parece mal, en el sentido de que se preserva el patrimonio del entorno, con la iglesia de Palacio y el Camino de Santiago como elementos más representativos, y se garantiza la permanencia y la inversión de la compañía en el casco antiguo logroñés. 

«Lo principal es que jurídicamente las alturas (del edificio) se retrotraigan al momento inicial y lo bueno es que la empresa no se marche de Logroño», apuntó el representante de Amigos de La Rioja, que encuentra positivo que con el nuevo acuerdo se reconozca que la modificación del Plan General Urbano que se hizo en el anterior mandato «estaba mal hecho». Con todo, Julio Arnáiz, quiere esperar a conocer todos los detalles antes de dar el visto bueno definitivo a la operación que ahora plantean el Consistorio y la compañía. 

En tono de prudencia hasta conocer los términos de la solución alcanzada por el Ayuntamiento y Bosonit se manifestó también ayer  Pedro Nájera, miembro de Ecologistas en Acción, otra de las organizaciones que 'batallaron' contra la propuesta arquitectónica inicial en el solar del número 20 de la calle Marqués de San Nicolás, que prefiere esperar a ese encuentro con el alcalde antes de manifestar la opinión de este coletivo.

Otras voces que en su día también se mostraron críticas con la modificación urbanística confían en que el Ayuntamiento explique 'con luz y taquígrafos' los términos exactos del acuerdo y la compensación con uso residencial a Bosonit en otro emplazamiento del casco antiguo.