El Tribunal de la Asignatura Apostólica de la Santa Sede ha rechazado las alegaciones presentadas por un antiguo profesor del colegio vizcaíno de Gaztelueta, de la orden del Opus Dei, condenado en su día a dos años por abusos sexuales a un alumno cuando era menor edad, según el diario El Correo.
Según publica en su edición digital, este tribunal, intérprete de la aplicación del Código de Derecho Canónico dentro de la Iglesia católica, que reabrió el proceso eclesiástico sobre esta causa por orden directa del papa Francisco, también ha destituido a los abogados del antiguo profesor, el riojano José María Martínez Sanz, informa Efe.
Considera que estos abogados no han acreditado titulación académica en Derecho Canónico, ni experiencia forense dentro del ordenamiento eclesiástico, según la misma fuente.
La decisión de rechazar las alegaciones presentadas por el antigua profesor ha sido acogida con "mucha satisfacción" por la familia de la víctima, según ha señalado a EFE su padre, Juan Cuatrecasas.
"No esperaba otra cosa -ha afirmado- ya que presentar una recusación poco antes de salir la sentencia y no hacerlo desde el primer minuto dice muy poco de recusación". A su juicio, "no hay una base argumental sólida para recusar al tribunal".
Cuatrecasas ha puesto de manifiesto que ahora el docente tendrá que elegir nuevos abogados para continuar con el proceso, cuya resolución ha confiado en sea "positiva" porque "hay una condena en firme en la justicia ordinaria", ha recordado.
José María Martínez Sanz fue condenado en 2017 por la Audiencia de Bizkaia a once años de prisión por abusos sexuales continuados a uno de sus alumnos, durante los años 2008 y 2010, aunque el Tribunal Supremo rebajó la pena a dos años y no entró en la cárcel.
La Iglesia reabrió hace unos meses la investigación interna sobre este caso tras ser cerrada hace unos años con un pronunciamiento favorable para el abusador.
Lo hizo a instancias del papa Francisco tras entrevistarse con la víctima del caso en Roma en el verano de 2022, en el marco de un encuentro para un documental del periodista Jordi Évole con el pontífice, en el que estuvo acompañado por varios jóvenes que habían sufrido experiencias de dolor y violencia.