Tres historias y un denominador común, el alzheimer. Esta enfermedad ha cambiado la vida de tres usuarios de AFA Rioja en algunos aspectos, algo que han querido compartir con este periódico y todos sus lectores.
Uno de ellos es Benito González Tierno, un señor de 80 años que fue diagnosticado de alzheimer entre finales de 2022 y principios de 2023. Este hombre afirma que una de sus mejores cualidades siempre ha sido la orientación, ya que «siempre me he orientado en la vida, en el monte y en todos los sitios en los que he estado. Pero un día, a la salida de en un cumpleaños en la rotonda de la calle Chile, le pregunté a mi mujer que donde estábamos porque no lo sabía», recuerda.
La primera que vio esta primera alerta fue su mujer, ya que «me llevó a la doctora y esta me diagnosticó». También formó parte durante tres o cuatro meses de un ensayo clínico en Pamplona en colaboración con alguna investigación de Estados Unidos.
No es una enfermedad fácil de sobrellevar pero «es más difícil para las personas que uno tiene a su alrededor, entre ellas mi mujer». Pese a esto, González asegura ser una persona autónoma pero «a veces no me acuerdo si tengo que coger la hoz o alguna otra herramienta cuando estoy en el pueblo».
Otro problema de este afectado es que tiene que apuntar todo en una libreta para acordarse, algo que antes nunca había tenido que hacer. «Tenía una empresa y tenía todos los datos en la cabeza», indica.
Otro usuario de AFA Rioja es José Luis Aramayo Aranzubía, de 83 años. Él mismo fue consciente poco a poco de que la memoria le estaba fallando, así que «me he tenido que ingresar en un centro para intentar recobrarla». Recuerda que cuando era más joven viajaba a Madrid sin necesidad de GPS y se movía por sus calles sin ningún tipo de problema pero «ahora voy a un sitio y no se porque he ido». «La memoria me patina un poco en algunas ocasiones», reconoce.
Otro de los problemas que le provoca su enfermedad es que repite algunas de las conversaciones que tiene con otras personas.
En AFA Rioja realiza numerosas actividades para trabajar la mente, como escritura, talleres de música, gimnasia, dibujo y charlas. «No noto una mejoría pero si que veo que el problema que tengo no va a peor», destaca.
Otro de los aspectos positivos de su vida es que es una persona autónoma pero «cuando tengo algún problema me cuida mi mujer».
Tercer caso. María Vega Rodríguez Eguiluz es otra de las usuarias que está en AFA Rioja desde hace casi dos años. Es una mujer que está diagnosticada con un problema de demencia neurodegenerativa y que en ocasiones repite algunas de las frases que ha comentado previamente.
Ella asegura que no tiene un problema tan serio como pueden tener otras personas del centro, ya que «tan solo se me olvidaba algún pequeño aspecto, como comprar algún producto cuando iba a la compra». Sus hijos se preocuparon y quisieron que entrara en esta asociación pero «estoy muy contenta aquí».
Rodríguez agradece que sus hijos estén pendiente de ella, ya que «si no vienen a casa, me llaman por teléfono. Yo le doy gracias a Dios porque estoy muy bien», indica.
Como sus compañeros, Rodríguez participa en actividades. Es el caso de esta mujer, ya que hace manualidades, salidas culturales al museo Wutrh y a la Casa de las Ciencias, y actividades con escolares del colegio El Arco, entre otras.