El sueño se ha convertido en realidad. El sueño de un municipio de 509 habitantes que la próxima campaña militará en Segunda RFEF. El Anguiano, resolutivo y con el partido que tenía que jugar, ha sabido manejar con mucha maestría el espléndido 0-3 logrado en la ida para conseguir el ascenso a Segunda RFEF tras empatar con el Ardoi en Isla, consiguiendo un resultado global de 4-1 y convertirse en el quinto equipo riojano en esta categoría.
"Es que se están jugando mucho, por eso hay tanta tensión y contacto físico". La explicación que un abuelo le daba a su nieta sobre por qué había tantos golpes y gente en el suelo define a la perfección lo que ha acontecido en la primera mitad en Isla. Balones aéreos, intensidad, tensión y muchas disputas. De esto último, en abundancia. Tantas, que el esférico casi ha pasado más tiempo en el aire que en el suelo. Cada balón ha sido una batalla con la que se trataba de ganar la guerra. Y en consecuencia, los jugadores caían al verde con cierta cadencia repetitiva.
Los primeros acercamientos han sido del Ardoi, en un prólogo de lo que iban a ser estos 45 minutos. Disparos lejanos para probar fortuna, colgar balones una vez superada la línea de la medular -saques de banda incluidos- y aprovechar cada balón parado para recortar distancias a un Anguiano que se ha limitado a achicar agua y despejar continuamente balones, apelando a la diosa fortuna que alguno cayera en los pies de Azofra y pudiera encontrar un gol con el que tranquilizar la tensión latente en los 1.500 asistentes que rodeaban el rectángulo de juego.
Azofra, el mejor de los serranos en la primera mitad, ha tenido para sorpresa de nadie, el partido que tiene que jugar un delantero. Pelear contra toda la zaga visitante y luchar cada balón. Con acierto además, porque han sido varias las veces que ha desesperado a la defensa. Tuvo, no la más clara, sino la única que llegó el Anguiano en el primer tiempo. Fallo en el despeje de cabeza del central navarro y con la puntera ha intentado batir a Jordán, pero se ha quedado con el balón entre las manos. El resto ha sido un asedio colorado con los locales, solventes, resolviendo los problemas. Quizás por eso, con el pitido del intermedio, los asistentes charlaban entre todos sobre cómo va la vida o el trabajo, pero con la acción sobre el verde en un segundo plano. Casi hasta en un tercero.
Y tras el paso de vestuarios, una vez más se ha escuchado la sabia opinión popular. "Lo esperado. No hay más", comentaban entre los desplazados del equipo visitante. Y como en la localidad navarra, Joel Barcina volvía a ser determinante en el primer gol del Anguiano, diez minutos después de la reanudación. Cabalgada por banda diestra y disparo chut para Olarte, que la ha embocado en la línea de gol, haciendo explotar de júbilo uno de los fondos de Isla.
Ha empatado el Ardoi minutos después, con el gol de Lizárraga tras un dubitativo balón que no ha salido del área tras varios despejes fallidos y que el futbolista navarro ha aprovechado para mandar un zurdazo directo al fondo de las mallas. No obstante, a falta de la última media hora por disputarse, el Anguiano ha sabido manejar los tiempos y que se jugara a poco o prácticamente nada, durmiendo el encuentro y trasladándolo a sus mejores minutos del primer acto, sin que las acciones del Ardoi entrañasen excesivo peligro.
Pitido final y, tras la correspondiente invasión de campo, el sueño era real. El Anguiano lo ha conseguido. Con uno de los presupuestos más bajos y una extraordinaria temporada que han culminado superando al Ardoi en los playoff para cumplir su objetivo y ser, la próxima temporada 2024/25 una campaña histórica, porque jugará, como quinto equipo riojano, en Segunda Federación.